Cómo saber si tu oficina tiene el síndrome de edificio enfermo

Publicado por Emprendimiento en

Las sequías extremas en Australia, las nevadas atípicas en Estados Unidos, los calores extremos en Latinoamérica, las inundaciones en Asía, toda la problemática ambiental en su conjunto permite
apreciar que el clima está trastocado.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) indica que la temperatura es 1.3 grados centígrados en promedio más alta que el promedio histórico; dicha situación deriva en desplazamientos de enfermedades, como el cólera, que se presentan en sitios ajenos a su ecosistema común; sin embargo, no sólo el hombre se enferma, sino sus edificaciones también hoy están convalecientes, situación que las hace no sustentables.

Esta situación exige que la industria de la construcción modifique sus parámetros de edificación para incrementar la tasa de modernización y construcción de edificios inteligentes, que actualmente es de 1%, a más de 5%, significando un ahorro ambiental similar a poner en circulación 550 millones de vehículos eléctricos al año 2040.

Esto coadyudaría a cumplir el objetivo de no superar los 2 grados Celsius o centígrados establecido por el Acuerdo de París, al mitigar las emisiones contaminantes que generan los edificios, pero ¿cómo saber
si tu oficina tiene el síndrome de edificio enfermo?

En el caso de las edificaciones enfermas que reflejan sus padecimientos en sus habitantes, se estima que cuando poco más de 20% de los ocupantes de un edificio presentan problemas de salud se puede hablar del «Síndrome del Edificio Enfermo».

Esta situación se presenta en mayor porcentaje en edificios antiguos, cuya característica es impedir la entrada de luz del sol o carecer de sistemas de ventilación adecuados, lo cual en las construcciones modernas se
ha ido modificando.

Los síntomas que padecen las edificaciones que padecen de este síndrome son:

  • Olores raros ocasionados por gases y vapores que causan molestias y estrés
  • Iluminación incorrecta, que puede ser muy alta o baja provocando deslumbramientos que causan estrés visual, irritación de ojos y dolores de cabeza
  • Ruido en exceso que evita la concentración, aumenta el estrés y produce dolor de cabeza y fatiga en los trabajadores
  • Temperatura inadecuada que se presenta por sequedad del ambiente, baja humedad, calor excesivo y poca velocidad del aire

Aunado a lo anterior, trabajar en un edificio enfermo merma entre 30% y 40% la productividad de las empresas en México y afecta de manera importante la salud de los empleados, advirtió Jorge Díaz, director de Operaciones de Cuentas Clave de ISS México, empresa enfocada al Facility Services.

Subrayó que una edificación con esas características se caracteriza por presentar defectos estructurales en diseño, instalaciones obsoletas, plagas, mala ventilación, iluminación deficiente, poca o nula higiene, fallas en el sistema de aire acondicionado y problemas de humedad, entre otros aspectos.

En nuestro país, uno de cada tres empleados se ausenta de su trabajo por motivos de salud, de acuerdo con la segunda edición del estudio Impacto financiero por ausencias de empleados en México, elaborado por la Sociedad para la Administración de Recursos Humanos (SHRM, por sus siglas en inglés).

“Esta cifra representa 7.3% del costo de la nómina anual en las empresas mexicanas”, explicó Díaz.

El Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) informa que alrededor del 15% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) mundial vienen de los edificios de las ciudades y, si esta situación no se modifica, este porcentaje puede multiplicarse 7 veces para el año 2050.

Por ello, este organismo del gobierno mexicano hizo un llamado a reforzar las iniciativas hacia la sustentabilidad urbana si se quieren controlar o incluso revertir, los efectos del cambio climático.

Esta situación del aire viciado en los edificios desmitifica los llamados que se realizan, no sólo en México sino en todas las urbes, para pedir a la población quedarse en sitios cerrados cuando los niveles de
contaminantes aéreos presentan niveles altos; como los registrado en la Ciudad de México en días recientes.

Esto ha sido documentando por la Organización Mundial para la Salud (OMS), que afirma que más del 50% de las muertes por neumonía en menores de 5 años son causadas por partículas inhaladas en construcciones con aire contaminado.

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¿Qué es el Síndrome del Edificio Enfermo?

En 1982, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió el Síndrome del Edificio Enfermo como “un conjunto de molestias y enfermedades ocasionadas por la mala ventilación, la descompensación de temperaturas, las cargas iónicas y electromagnéticas, las partículas en suspensión, los gases y vapores de origen químico y los bioaerosoles, entre otros agentes causantes que producen en al menos 20% de los habitantes un conjunto de síntomas sin que sus causas estén bien definidas”.

La OMS señala que los síntomas más habituales que presentan las personas que viven o trabajan en edificios enfermos están casi todos relacionados con las vías respiratorias, aunque son muy variados.

Entre los más frecuentes se encuentra la irritación de la nariz, sequedad nasal, congestión o tos, molestias oculares, dolores de garganta, alteraciones cutáneas como irritación de la piel o escozores y otras  manifestaciones como dolores de cabeza, náuseas, vértigos, fatiga mental, somnolencia o alergias.

Clasificaciones de edificios enfermos

1.- Edificios temporalmente enfermos: Estos casos son los menos importantes, ya que los efectos dañinos del inmueble irán desapareciendo con el tiempo. Se trata de aquellos edificios de nueva construcción o recientemente renovados. Los materiales utilizados aún se encuentran en el aire y han de ser expulsados por los sistemas de ventilación paulatinamente.

2.- Edificios siempre enfermos: Sus efectos dañinos perduran en el tiempo. En estos casos, el problema no viene de la construcción en el mismo, sino de sus deficiencias, ya sea por el deterioro o por fallos de diseño. Un mal sistema de ventilación, equipos de climatización poco eficientes o una dañina iluminación pueden ser importantes causantes; también el haber abusado de sistemas de aire acondicionado en verano de forma intensiva o haber caldeado las estancias en invierno hasta niveles demasiado elevados.

Por todo lo anterior es esencial entender y saber si tu oficina tiene el síndrome de edificio enfermo.

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