Vaya, todo indica que Meta se dejó algunos hilos sueltos… » Enrique Dans
Cuando Meta lanzó Threads, logró convertirse en un fenómeno de adopción tecnológica que aparentemente eclipsaba al anterior, al reciente lanzamiento de ChatGPT: treinta millones de usuarios en las primeras veinticuatro horas, más de cien millones en cinco días… muchos, de hecho, lanzaron las campanas al vuelo suponiendo que había llegado el Twitter-killer, la app de microblogging que, aprovechando los numerosos errores de Elon Musk, enterraría definitivamente al pajarito azul y se llevaría de calle a todos los anunciantes.
En la práctica, el único que ha enterrado realmente al pajarito azul ha sido el propio Elon Musk – y porque le ha dado la gana – con un aparentemente alocado proceso de rebranding que incumple todas las supuestas reglas del marketing (las reglas del marketing le son completamente indiferentes al hombre que posee el altavoz más grande del mundo).
Mientras, la Threads de Meta ha ido perdiendo usuarios sin parar: primero la mitad, y a estas alturas, más de cien millones hasta quedarse únicamente con unos 12.6 millones, convirtiendo su supuesto éxito ya en otro de los muchos fracasos de la compañía: la inmensa mayoría de los que se abrieron cuenta en Threads han dejado ya de utilizarla. No, montar una app de microblogging no es tan sencillo, y por lo general, copiar cosas de manera impenitente y añadirles las normas de control de contenidos de Meta no suele generar resultados especialmente brillantes. La adopción tecnológica tiene más de una fase, y como estamos viendo, un crecimiento explosivo inicial no garantiza absolutamente nada. Lanzar a toda prisa un clon de algo, dejándose fuera funcionalidades como los hashtags, los trending topics, la posibilidad de ver las actualizaciones a las que has dado Like y una aplicación para ordenador no parece una gran receta para el éxito.
Mientras esperamos a que llegue el primer escándalo de privacidad en Threads, que lógicamente, no va a ser ninguna excepción con respecto al resto de productos de la compañía, la aplicación social languidece por falta de uso, mientras sus directivos intentan pensar en formas de «enganchar» a esos usuarios para que no se vayan. Mientras el CEO de la compañía, Mark Zuckerberg, habla en su realidad paralela de Threads como de la próxima app de la compañía que llegará a los mil millones de usuarios, la dura «realidad real» apunta a algo completamente distinto: la popularidad de Threads en su lanzamiento fue un completo espejismo de personas que tuvieron un momento de curiosidad, entraron, posiblemente publicaron algunos mensajes, y rápidamente se olvidaron de su existencia. Para seguir utilizando una app, tras descargarla, los usuarios tienen que encontrar en ella algo interesante y diferencial que les haga volver. Aparentemente, Threads no lo tiene.
Meta está empezando a convertirse en un cementerio de elefantes: según la compañía, Facebook ha superado recientemente los tres mil millones de usuarios… pero en la práctica, muchos de esos usuarios están muertos, son prácticamente inactivos o están en mercados en los que la monetización es escasa o nula, por no citar la fortísima brecha generacional que hace que ninguna persona joven se pase por ahí ni harto de vino. ¿Las gafas de Ray-Ban? Otro fracaso del que ya pocos se acuerdan. Si a eso le unimos las cada vez más esperables restricciones a la publicidad hipersegmentada en varios países, ya veremos cómo evoluciona esa cotización bursátil alocada, irresponsable y basada fundamentalmente en la austeridad y en los recortes, pero que tantos inversores parecen empeñados a toda costa en creerse…
ACTUALIZACIÓN (09/08/2023): Marimar Jiménez cita este artículo en el suyo en Cinco Días titulado «Por qué no cuaja la nueva red social de Mark Zuckerberg» (pdf).
This article is also available in English on my Medium page, «Oh dear, Threads seems to be unravelling fast»