Una historia de Caritas África: la esperanza se organiza con la justicia económica
Para Zan, la justicia no era una idea. Era una práctica diaria: estar al lado de las comunidades, organizarlas, formar líderes e inspirar a los ciudadanos comunes a exigir que se escucharan sus voces.
La trayectoria de Zan comenzó en el norte de Ghana, donde sufrió discriminación por su origen étnico, su religión y su situación económica. En lugar de encerrarse en sí mismo, transformó esas heridas en un compromiso de toda la vida con el bien común. Creía profundamente en un enfoque multiconfesional, convencido de que musulmanes, protestantes, católicos y pentecostales podían trabajar codo con codo, por una sociedad justa, defendiendo la democracia, fortaleciendo la armonía social y luchando contra la pobreza.
La influencia de Zan se extendió mucho más allá de Caritas: ha liderado el trabajo de políticas públicas para los obispos africanos, ha contribuido a los movimientos globales para el alivio de la deuda, ha asesorado a la sociedad civil en toda África y ha inspirado a gente de todo el mundo.
Incluso cuando estaba debilitado por la enfermedad, voló a Roma, en octubre de 2024, para asistir a la reunión de la campaña del Jubileo de Caritas Internationalis «Transformar la deuda en esperanza», decidido a ayudar a trazar un camino hacia la justicia económica.
«Las acciones hablan más que las palabras; dejen que sus palabras enseñen y sus acciones hablen».
San Anthonio
En 1231, conmovido por el sufrimiento de las familias atrapadas en la deuda, San Antonio inspiró a la ciudad de Padua a aprobar una nueva ley que protegía a los deudores insolventes de la prisión y el exilio. En una época marcada por la usura severa, esta ley ofreció verdadera misericordia y devolvió la esperanza a quienes estaban agobiados por las deudas.