Situación de los autónomos en el comercio minorista y retos actuales del pequeño comercio

Publicado por Emprendimiento en

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Las organizaciones de autónomos han lanzado la voz de alerta sobre la precaria situación del comercio minorista en nuestro país. Desde la UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos) se advierte de que los comercios regentados por autónomos han visto cómo sus ventas sufren caídas continuadas, lo que presiona de forma directa la rentabilidad de los pequeños negocios y su capacidad para mantener empleo.

A pesar de que, en determinados periodos, las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE) han mostrado una ligera moderación de las caídas, las organizaciones insisten en que el descenso del consumo en el comercio de proximidad es una tendencia estructural. Además, la UPTA se ha mostrado en contra de que se lleven a cabo subidas de impuestos indirectos como el IVA, ya que estas medidas suelen traducirse en un nuevo descenso de las ventas al reducir el poder adquisitivo de los consumidores y encarecer los productos en tienda.

César García, Secretario Ejecutivo de Política Territorial de la UPTA, se muestra convencido de que la situación empieza a ser insostenible para muchos miembros del colectivo autónomo, y aplaude medidas como la licencia express que permiten reducir tiempos y trabas a la hora de abrir nuevos comercios. Sin embargo, la combinación de mayor presión fiscal y costes crecientes puede llegar a anular el efecto positivo de estas simplificaciones administrativas si no se acompaña de un alivio real de cargas.

Otra de las organizaciones que representan al colectivo autónomo, como la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UTAE), se muestra especialmente preocupada por el comercio minorista y, sobre todo, por la importante cantidad de puestos de trabajo que crean esos autónomos. La bajada en picado de las ventas y de la actividad está provocando que muchos autónomos tengan que prescindir de su personal, reducir jornadas o incluso cerrar definitivamente sus negocios.

En paralelo, la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) y la Confederación Española de Comercio (CEC) vienen subrayando que el comercio es el sector más afectado por la pérdida de autónomos. Los datos de los últimos ejercicios muestran que se llegan a registrar decenas de cierres diarios de comercios regentados por autónomos, lo que supone miles de establecimientos menos en pocos años y un claro síntoma de la fragilidad del tejido comercial tradicional.

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Contexto actual del empleo autónomo en el comercio minorista

Los informes más recientes del Ministerio de Trabajo y Economía Social y de ATA reflejan un contraste llamativo: por un lado, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) suma nuevos cotizantes en términos globales; por otro, el comercio minorista pierde autónomos de forma continuada. Mientras crecen los autónomos en sectores como educación, actividades profesionales, información y comunicación, el comercio, el transporte, la agricultura y la industria se sitúan en la parte negativa de la balanza.

ATA apunta a que, en periodos recientes, el comercio ha llegado a perder miles de autónomos en un solo año, lo que equivale a varios cierres cada día. Muchos comerciantes no pueden soportar la presión fiscal acumulada, los altos costes energéticos, el aumento de los alquileres de locales y las obligaciones administrativas cada vez más complejas. El resultado es un goteo constante de bajas en el RETA dentro del comercio minorista, frente al auge de nuevos autónomos en actividades que no requieren local abierto al público, como determinados servicios profesionales o digitales.

Además, la evolución del autoempleo es muy desigual según el territorio. Hay comunidades autónomas que ganan autónomos, sobre todo en zonas costeras o con mayor dinamismo turístico, mientras que otras llevan varios años perdiendo trabajadores por cuenta propia, especialmente en áreas rurales. En estas zonas, el cierre de un comercio de barrio no solo supone la pérdida de una actividad económica, sino también de servicios esenciales y vida social. Como recuerda ATA, cuando se pierden autónomos se pierde vida en los pueblos.

Por sexo, los datos recientes indican que el peso de las mujeres autónomas gana protagonismo. El número de mujeres que ponen en marcha su propio negocio crece porcentualmente por encima del de los hombres, reforzando el papel femenino en el autoempleo dentro del comercio y de otros servicios de proximidad. Sin embargo, esa mayor presencia no las protege de los mismos problemas estructurales: baja rentabilidad, inestabilidad de ingresos y dificultades de conciliación.

Campañas comerciales, grandes superficies y rebajas continuas

Determinadas campañas, como la de Navidad o los periodos de rebajas, siguen siendo momentos decisivos para los autónomos del comercio. Para muchos negocios, estos picos de consumo representan la posibilidad de compensar meses flojos o de recuperar algo de estabilidad de cara a los periodos de menor venta. Sin embargo, la realidad actual es muy distinta a la de hace unos años: las grandes superficies y las plataformas de comercio electrónico concentran buena parte del incremento de la demanda.

Los informes sectoriales indican que las cadenas y grandes superficies pueden llegar a aumentar su facturación mensual en más de un 30% durante las campañas navideñas frente a su media anual, gracias al alto volumen de ventas, la rotación de stock y las economías de escala. Esas ventajas estructurales les permiten ofrecer descuentos agresivos, asumir mejor los costes energéticos y de personal y negociar mejores condiciones con proveedores, algo prácticamente inalcanzable para el pequeño comercio.

Uno de los elementos más dañinos para los autónomos del comercio es la extensión continua de los periodos de rebajas. Lo que antes eran descuentos concentrados en unas pocas semanas se ha transformado en una sucesión de promociones permanentes: Black Friday, Cyber Monday, campañas previas de Navidad y rebajas encadenadas. Esta dinámica obliga a muchos comercios de proximidad a bajar precios de forma casi constante, reduciendo sus márgenes hasta niveles que hacen muy difícil sostener el negocio.

La Confederación Española de Comercio advierte de que este modelo de descuentos continuos distorsiona el mercado y cambia los hábitos de los consumidores, que ya esperan ofertas todo el año. El beneficio que antes se concentraba en Navidad se fragmenta en múltiples campañas adelantadas que no benefician al comercio minorista tradicional. Para un autónomo con poca capacidad de negociación, tener que seguir el ritmo de precios de las grandes cadenas suele implicar vender casi sin margen o incluso por debajo del coste para no perder clientela.

Carga fiscal, cotizaciones y demanda de mayor protección

Las organizaciones representativas del comercio, como la CEC, ATA, UPTA y UTAE, coinciden en señalar que los autónomos del comercio minorista soportan una carga fiscal y de cotizaciones muy elevada en comparación con su nivel medio de ingresos. Los costes fijos mensuales —cuota de autónomos, alquiler, suministros, seguros, tasas municipales, gestoría— dejan un margen muy reducido para absorber caídas de ventas o subidas adicionales de impuestos.

La CEC ha mostrado en diversas ocasiones su satisfacción por la paralización de propuestas que planteaban subir las cuotas de los autónomos, subrayando que esa medida habría afectado con especial dureza al comercio de proximidad. Los datos del sector indican que alrededor de casi la mitad de las empresas del comercio de proximidad están en manos de autónomos y que un porcentaje muy significativo del total de trabajadores por cuenta propia desarrolla su actividad precisamente en este ámbito, lo que sitúa al comercio como pilar del autoempleo local.

Las principales organizaciones reclaman que se refuerce la protección social de los autónomos del comercio, avanzando hacia una mayor equidad con los asalariados. Entre las medidas que se señalan como prioritarias destacan: mejorar el sistema de cotización por ingresos reales, evitar que se convierta en una trampa para los que facturan de forma estacional, indexar las cuotas al IPC de forma razonable, simplificar los trámites para el cese de actividad y garantizar una atención más clara y accesible en la Tesorería.

También se reclama la equiparación en derechos clave, como el subsidio para mayores de cierta edad, permisos vinculados a la maternidad y paternidad, bajas por motivos específicos (fenómenos climáticos extremos, fuerza mayor familiar, etc.), así como la corrección de las lagunas de cotización que penalizan a los autónomos a la hora de calcular su pensión futura. La reivindicación central es clara: no se piden privilegios, sino igualdad de condiciones para que el comercio de proximidad deje de ser el eslabón más débil del sistema.

La situación de los autónomos en el comercio minorista se caracteriza por una mezcla de presión económica creciente, competencia desigual frente a las grandes superficies y protección social insuficiente. Mantener vivo este tejido empresarial resulta esencial para la cohesión de barrios y pueblos, por lo que las decisiones sobre fiscalidad, cotizaciones y regulación del mercado tienen un impacto directo en la capacidad de estos negocios para sobrevivir y seguir generando empleo.

Fuente: Expansión | Imagen: epSos


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