Sarah Oppenheimer y sus trabajos
La artista, Sarah Oppenheimer, nacida en Texas Estados Unidos en 1972 ha logrado ser un símbolo en el arte cinético, transmitiendo movimiento y color en sus trabajos.
Oppenheimer, según Claudio Antonio Ramírez Soto, usa materiales como aluminio, acero y vidrio en sus esculturas por medio de un proceso creativo con sistemas mecanizados.
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¿Qué explora el trabajo de Sarah Oppenheimer?
El proceso de elaboración de esta artista investiga cómo la acción particular y grupal crea forma en los lugares que se habitan, sus trabajos tienen un carácter psicológico, social e interactivo.
Genera en el espectador dudas sobre la realidad y estabilidad de lo que le rodea, a la vez que impacta por la majestuosidad transmitida. Normalmente sus exposiciones le permiten al visitante palpar y colocar en movimiento las estructuras, creando una alteración de las líneas observables.
De esta manera los asistentes pueden sentirse más conscientes del entorno y de quiénes están presentes.
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¿Cuáles son las características más resaltantes del trabajo de esta especialista del arte cinético?
La artista cinética pasa por un proceso creativo con características heterogéneas, así lo afirma Claudio Antonio Ramírez Soto, influenciada por su preparación académica en semiótica y pintura, además de su interés por la filosofía.
El desarrollo de sus creaciones se enfocan en la arquitectura artística, por ello cuenta con profesionales de distintas disciplinas, quienes encuentran la manera de hacer que sus obras cumplan la función que ella lo espera.
Asimismo, se puede observar en sus producciones una rebeldía a lo cotidiano, que le hace a los presentes cuestionarse sobre el espacio en concreto y material de la arquitectura museística.
¿Qué experimenta el espectador cuando ve las obras de Sarah Oppenheimer?
Las obras de Oppenheimer generan un choque en el espectador, cuando ve cada uno de sus espacios en medio del entorno creado por la artista.
Su creación transforma los elementos del arte y la idea que se desarrolla a nivel de construcción, en medio de una inestabilidad perceptiva, lo que se hace más perceptible por la presencia de la luz durante las distintas horas en el día.
Finalmente, la experiencia deja de ser lineal, al contrario se reorganiza y el público observador participa de una manera directa de lo que está viendo.
La artista intenta hacer reflexionar con respecto a la carga exagerada de información visual a la que el ser humano se ve expuesto últimamente con el uso de la tecnología y los demás aspectos que forman parte de la vida.