Recursos y estrategias para potenciar la lectura en Educación Secundaria
Lamentablemente hoy en día hay muchos niños y niñas que llegan a la educación secundaria sin tener un hábito de lectura bien establecido y lo que es peor, sin saber leer correctamente. Muchos alumnos no entienden lo que leen por falta de vocabulario o simplemente porque aún no dominan a la perfección la lectura. Es algo increíble pero sucede y no son pocos los alumnos que se encuentran con este tipo de dificultades.
El trabajo para que los niños y niñas tengan una buena capacidad lectora no sólo reside en la escuela o instituto, resulta fundamental que desde casa se potencie el hábito de la lectura, y además se anime a que los niños y niñas lean desde muy temprana edad. Sólo de esta manera podrás conseguir que tus hijos no necesiten utilizar recursos para potenciar la lectura cuando lleguen a la educación secundaria, y si los utilizan sólo sea para mejorar su nivel.
Contenido
La lectura
La lectura es una actividad que se caracteriza por la traducción de letras y símbolos en palabras que tienen significado, algo que hará que un texto se pueda comprender. De esta manera y al poder comprender los textos, se podrán utilizar según las necesidades del lector. Con una buena práctica los niños y niñas pueden aprender a leer con fluidez, soltura, comprendiendo lo que pone el texto y además hacerlo de una forma automática. Aprender cómo hacer un texto argumentativo puede ser un recurso útil para potenciar la comprensión lectora en secundaria.
Para poder fomentar la lectura se debe trabajar una serie de aspectos para que se pueda desarrollar esta habilidad y que los niños y niñas no sientan la lectura como una imposición o una obligación, sino como una actividad placentera que escogen realizar para su beneficio personal.
En el proceso lector distinguimos dos componentes que conviene conocer para ayudar mejor al alumnado: la conciencia fonológica (reconocer y relacionar sonidos con letras) y la comprensión (captar el mensaje explícito e inferir el implícito). Cuando ambos procesos se coordinan, el estudiante decodifica con precisión y comprende con profundidad.
Crear un ambiente lector continuado es clave: dedicar un tiempo diario a leer, ofrecer espacios tranquilos y textos variados, y favorecer conversaciones sobre lo leído refuerza la constancia. El hábito se consolida por rutina y persistencia.
Ellos deben sentir cómo la lectura es realmente importante y cómo les puede hacer descubrir infinidad de cosas, porque al fin y al cabo la escritura y la lectura es una forma de comunicación que tenemos las personas y que nunca se perderá.
Para poder potenciar la lectura en los niños y niñas de educación secundaria y que de este modo además de encontrar una actividad placentera puedan mejorar su nivel lector, voy a hablarte sobre algunos recursos que se pueden utilizar tanto desde casa como desde la escuela. Además, si el centro diseña un plan lector con objetivos claros, evaluación y participación de toda la comunidad educativa, se multiplica el impacto.
Escribir un libro
No hay mejor manera de potenciar la lectura que encontrando también el placer por la escritura, por ese motivo resulta importante fomentar la lectura motivando a los niños a que escriban un pequeño libro solos o en compañía de amigos o compañeros de la escuela para que una vez acabado lo puedan leer y compartir con sus amigos y familiares. Es una forma de que los demás les enseñen la importancia de la lectura y ellos sientan la satisfacción de que los demás lean algo que han escrito ellos. Además de confianza y autoestima, estarán potenciando el placer de la lectura y la escritura simultáneamente.
Se puede ir más allá con un taller de escritura creativa: proponer relatos breves, poesías, cómics u obras de teatro; crear finales alternativos a libros leídos o llevar a sus personajes favoritos a nuevas aventuras. Estos ejercicios fortalecen el vínculo entre lectura y expresión escrita.
Potenciar la lectura con libros
Es importante que los niños y niñas de educación secundaria no sientan que la lectura es algo obligado, por lo que es necesario que ellos sientan que es una elección que toman. En este sentido imponer lecturas a los niños y niñas es un sinsentido; si realmente quieres que se interesen por la lectura es necesario que sean ellos los que escojan la temática para leer acorde a sus gustos e intereses.
Una estrategia eficaz es estructurar la elección: ofrecer una selección curada de títulos adecuados a su edad y nivel, y permitir que elijan o voten. Complementar con retos graduados (por ejemplo, pasar de relatos cortos a novelas breves) añade desafío sin frustración.
También conviene diversificar los géneros: narrativa, poesía, teatro, no ficción, novelas gráficas o libros vinculados a series y películas. Y, para quienes prefieren pantallas, integrar libros electrónicos y audiolibros como puerta de entrada, manteniendo el papel cuando sea posible para trabajar la comprensión profunda.
De esta manera podrán sentir lo que realmente es la lectura, pudiendo percibir los beneficios de aprender comprendiendo lo que se lee y leyendo de una forma automática.
Búsqueda de información por Internet
Si hay algo que a los adolescentes les gusta hacer es navegar por Internet por lo que resulta muy importante potenciar esta habilidad gracias a las nuevas tecnologías. Para tener una buena escritura es necesario tener un buen hábito lector, por lo que, además de leer libros es una buena idea potenciar la lectura buscando información del interés del niño o niña. Comprender cómo se siente un adolescente puede ayudar a motivarles a explorar más estas habilidades digitales.
Trabaja la evaluación de fuentes (fiabilidad, autoría, fecha, sesgos) y la curación de contenidos (seleccionar, sintetizar y citar). Tras la búsqueda, pide un breve texto informativo, reseña o presentación digital para transformar lo leído en producción propia.
Puede ser cualquier tema que le interese, y una vez que haya encontrado la información lo ideal es que haga un pequeño escrito sobre aquello que ha encontrado; de esta manera no estará siendo la lectura algo obligado, sino una vía para explorar pasiones personales con sentido.
Club de lectura y debates
Los clubes de lectura convierten el acto de leer en una experiencia social. Permite que el grupo elija por votación entre varias opciones, fija tiempos realistas y cierra con un debate sobre trama, personajes o temas. Así se desarrollan pensamiento crítico, escucha activa y oratoria, y se refuerza la tolerancia hacia opiniones diversas.
Rutina diaria y plan lector del centro
Dedicar un tiempo diario a leer dentro y fuera del aula consolida el hábito. A nivel de centro, un plan lector efectivo define objetivos, agentes implicados (docentes, familias, biblioteca), líneas de acción transversales, y una evaluación inicial y final. Incluir lectura y expresión escrita en todas las materias y promover la alfabetización en diversos medios y lenguajes ayuda a que todo el alumnado progrese.
Ejemplo en casa y motivación
El modelado importa: si en casa se ve a los adultos leer, se normaliza la lectura como ocio. Evita imponer y presenta leer como plan atractivo (salir a leer al parque, crear una rutina relajante en fin de semana, comentar libros en familia). Interésate por lo que leen sin descalificar sus elecciones.
Más actividades y dinámicas motivadoras
- Interpretación dramatizada: leer en voz alta con cambios de tono y roles mejora la fluidez y hace el texto más atractivo.
- Retos y desafíos: ajustar la dificultad para invitar a explorar textos más complejos con apoyos adecuados.
- Leer a través del juego: gamifica con bingos de lectura, escape rooms o trivials literarios para sumar diversión.
- Biblioteca de aula y visitas: una selección variada al alcance y salidas a bibliotecas abren el horizonte lector.
- Cuentacuentos y encuentros con autores: escuchar historias y conversar con escritores potencia la motivación.
- Guía de viaje literaria: elaborar rutas por escenarios de obras para conectar lectura y territorio.
- «Cada oveja con su pareja»: juego de emparejar sinopsis y portadas para iniciar lecturas por parejas.
- Finales alternativos: reescribir el cierre de una obra entrena la creatividad y la coherencia textual.
- Personajes en nuevas aventuras: mantener protagonistas y cambiar contextos o tramas.
- Obras de teatro: adaptar textos y representarlos integra lectura, expresión y trabajo en equipo.
- Libros y cine: leer y ver su adaptación para comparar recursos narrativos.
- Álbum ilustrado: crear versiones visuales de una lectura para trabajar síntesis y artes.
- Rueda de prensa teatral: simular compañías que presentan su montaje de una obra.
- Carteles de libros: diseñar pósteres con personajes y escenarios para visibilizar lecturas.
- Cómics: resumir en viñetas refuerza la comprensión y el orden narrativo.
- Premios a buenos lectores: reconocer a quienes completan lecturas y fichas fomenta la constancia.
- Redes sociales lectoras: usar perfiles o etiquetas para compartir reseñas, citas y recomendaciones.
- Premios literarios: participar en certámenes impulsa a leer modelos del género y a escribir.
- Poema de la semana: declamar y analizar poesía entrena métrica, rima e interpretación.
- Libros escondidos: siembra de libros en el centro para activar la curiosidad.
- Visita a ferias del libro: conocer novedades, charlar con libreros y descubrir autores.
- Días especiales del libro: aprovechar efemérides literarias para organizar actividades temáticas.
¿Cuáles son tus estrategias para potenciar la lectura en niños y niñas de educación secundaria? Recuerda que obligarles no es una buena opción.
Promover el hábito lector en Secundaria es más asequible cuando combinamos elección personal, rutina, experiencias sociales como clubes y debates, y un abanico de actividades creativas dentro de un plan lector coherente; así la lectura deja de ser una meta abstracta para convertirse en parte viva de su día a día.