¿Qué es el trolleo de género y por qué es un excelente negocio digital?
El reciente discurso de renuncia de la ex primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, trae nuevamente la conversación sobre la urgencia de abordar los abusos que enfrentan las mujeres en las plataformas digitales a causa de su activismo político, mucho mayor que sus congéneres masculinos.
La exprimera ministra ha sido firme al declarar que los políticos también son humanos; sin embargo, los discursos de odio que incluyen amenazas de muerte y violaciónmuerte, acoso sexual en línea y acecho contra las mujeres son el reflejo de un problema cultural y social de años, pero también de la falta de responsabilidad social de las plataformas sociales que se han beneficiado del trolleo de género.
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Esto es lo que es trolleo de género…
Para abordar a fondo esta pregunta, el reciente estudio Monetizing Misogyny (2023), publicado por #ShePersisted —una organización que trabaja para terminar con la desinformación de género y el abuso de las mujeres en la vida pública—, brinda nuevos conocimientos sobre esta cuestión, así como una respuesta clara: el problema radica menos en la misoginia per se que en su armamento por parte de actores oscuros y más en la monetización por parte de las plataformas digitales.
Los hallazgos, resultado de más de dos años de investigación y entrevistas a docenas de mujeres líderes y expertas en el tema en Hungría, India, Brasil, Italia y Túnez, donde se analizó un gran volumen de publicaciones violentas en redes sociales en su contra, y documentan cómo las campañas de desinformación de género, seguidas de avalanchas de odio, amenazas y abuso, han sido desplegadas estratégicamente por líderes autoritarios para silenciar a la oposición y sofocar los llamados a una mejor gobernabilidad.
En este contexto, el trolleo de género se refiere a una forma específica de violencia simbólica en los entornos digitales, que se centra en el género y se dirige hacia las mujeres. Este tipo de violencia se ha vuelto una característica común que tiene por objetivo debilitar no solo la credibilidad de las mujeres que son atacadas, sino también lo que defienden: la igualdad de derechos de las mujeres, en particular los derechos sexuales y reproductivos, los valores liberales y las democracias inclusivas y diversas.
La tecnología es una herramienta de doble filo
Las tecnologías digitales han sido herramientas que amplifican la voz y perspectiva de las mujeres, pero aunque las mujeres políticas, activistas, periodistas y otras han utilizado los espacios en línea para desafiar los discursos sociales, se han enfrentado al trolleo de género.
Los perpetradores son muy conscientes de los efectos sobre las mujeres. Su objetivo es desacreditar, desalentar y silenciar a las mujeres, enmarcarlas como poco confiables, poco inteligentes, emocionales/enojadas/locas o sexuales.
Un ejemplo claro para entender qué es el trolleo de género y cómo afecta el activismo de las mujeres, es el de Manuela d’Ávila, una candidata para presidenta contra Jair Bolsonaro en Brasil en 2018. Progresista, joven y vocera de la igualdad de género, d’Ávila fue blanco de desinformación, con múltiples historias falsas sobre ella publicadas en línea, y victima de trolleo de género cuando una fotografía de su hija de cinco años se compartió en las redes sociales junto con una amenaza de violación.
En mayo de 2022, d’Ávila anunció que no se presentaría a las elecciones generales por varias razones, entre ellas los frecuentes ataques que ella y su familia habían sufrido a lo largo de los años.
El negocio del odio
Estos son solo algunos ejemplos de muchos, de cómo la desinformación y la violencia de género facilitada por la tecnología se han convertido en herramientas centrales utilizadas por líderes políticos autocráticos e iliberales para silenciar a la oposición, revertir los derechos de las mujeres y las minorías y socavar la democracia.
«El odio es su modelo de negocio: están armando y monetizando el odio, a expensas de la cohesión social y la democracia».
Swati Chaturvedi, periodista india.
La investigación señala que el diseño de las principales plataformas digitales es en gran parte responsable del infierno que experimentan actualmente las mujeres en línea. Las narrativas dañinas se impulsan y amplifican a través de algoritmos que hacen que dicho contenido sea pegajoso y, a menudo, viral, a través de sistemas de recomendación creados para maximizar la atención y características que facilitan su distribución rápida y generalizada.
Urge regulación de plataformas digitales
Los hallazgos documentan cómo las plataformas no han logrado abordar el odio y la desinformación contra las mujeres líderes políticas, ya que a menudo suelen ignorar las solicitudes de la sociedad civil local, mientras se comprometen a realizar pequeños cambios que en gran medida son de apariencia.
El estudio también sugiere que los gobiernos necesitan entender qué es el trolleo de género y sus implicaciones sociales. Asimismo asumir, deben su responsabilidad social en la creación e integración de marcos legales que se centren en la regulación de estas plataformas sociales, con respecto al daño que causa su servicio y uso.
Al respecto, la Ley de Servicios Digitales (DSA), aprobada por la Unión Europea el año pasado, es un paso en la dirección correcta, estableciendo obligaciones para plataformas como Google y Meta (antes Facebook) para mitigar los riesgos que sus servicios generan para la sociedad y dirigir sus modelos de negocio en con base en los principios de derechos humanos.