presión sin precedentes y soluciones en marcha
Santa Cruz de Tenerife. La presión sobre las residencias universitarias se multiplica a las puertas del nuevo curso: más solicitudes que camas disponibles, precios al alza en los alquileres por habitación y centros que, a estas alturas, ya rozan el lleno técnico.
Este escenario se repite en varias comunidades, con particular intensidad en Canarias, Euskadi, Navarra y Extremadura, mientras avanzan proyectos para ampliar la oferta y se exploran modelos más flexibles de alojamiento estudiantil que alivien la falta de plazas.
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Canarias: más solicitudes que plazas y efectos en la movilidad
En la Universidad de La Laguna, la demanda de alojamiento ha crecido de forma sostenida en los últimos cursos y hoy supera ampliamente el medio millar de plazas disponibles, con picos de solicitudes que ya se cuentan por más de un millar. La institución ha habilitado todas las estancias posibles e incluso acelera obras para garantizar la seguridad y la habitabilidad.
La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria también afronta un comienzo de curso complejo: 979 solicitudes para 460 plazas, con estudiantes canarios, peninsulares e internacionales disputándose el espacio. Parte del alumnado se ve abocado a recurrir al alquiler privado con esfuerzo familiar y apoyo de becas y ayudas insulares.
El desajuste tiene efectos en la movilidad nacional e internacional, con casos de estudiantes que interrumpen su plan académico por no poder consolidar un alojamiento estable a tiempo. La ULPGC negocia con la Administración autonómica habilitar 100 nuevas plazas en el campus de Tafira.
Además, la ULL mantiene conversaciones con promotores y entidades para impulsar nuevas residencias y ampliar la oferta a doctorandos e investigadores, una necesidad creciente entre perfiles que requieren alojamientos prolongados y próximos al campus.
La Laguna proyecta dos residencias y más de 800 camas
El Ayuntamiento de La Laguna y la Universidad de La Laguna ultiman un convenio con una empresa privada para levantar dos residencias: una junto a la Facultad de Periodismo y otra en el entorno de Montaña del Drago, en San Miguel de Geneto.
Entre ambas, la previsión supera las 800 camas de uso universitario. El consistorio subraya la doble función de estos equipamientos: ofrecer alternativas más asequibles al estudiantado que hoy acude al mercado del alquiler y, a la vez, liberar viviendas para el resto de la ciudadanía en un contexto insular tensionado.
Desde la ULL, con una comunidad de aprendizaje de más de 20.000 personas, se recuerda que las plazas propias apenas cubren una parte de la demanda y que el refuerzo de la oferta supondría un alivio estructural para el municipio. La búsqueda de nuevos suelos para uso alojativo y social sigue abierta.
Donostia: carteles de completo y cambios de hábitos
Con la llegada del curso, muchas residencias de la capital guipuzcoana cuelgan el lleno y reportan reservas más tempranas. Ha abierto en Ibaeta Stephouse, con 184 habitaciones (356 camas) y servicios como gimnasio, piscina y salas de ocio, con precios entre 500 y 900 euros según tipología. La dirección admite que la demanda ha superado lo esperado para un primer año.
El modelo de alojamiento flexible también gana terreno. Livensa Living Studios, con 321 camas en estudios con cocina y baño privados, opera con estancias principalmente académicas y opciones de uno a doce meses. Un estándar parte de unos 710 euros al mes, con gastos incluidos y zonas comunes; la ocupación se sitúa por encima del 90%.
Resa Manuel Agud Querol (Berio) ofrece 414 plazas destinadas exclusivamente a la comunidad estudiantil y registra incrementos de demanda y altas renovaciones (superiores al 60%). Las tarifas se mueven, según formato, en el entorno de 400 a 700 euros, con limpieza, zonas de estudio, gimnasio y servicios asociados.
Otros operadores como The Social Hub informan de disponibilidad mínima a esta altura de la temporada y derivan a estancias largas u hotel derecho cuando no hay camas estudiantiles. En el área de Gipuzkoa, el Colegio Mayor Pedro Biteri y Arana (Arrasate) apenas dejaba ocho plazas libres de las 154 disponibles.
Mirando a corto plazo, la EHU prevé una nueva residencia en Berio con capacidad aproximada para 200 estudiantes, con el objetivo de aliviar la presión sobre el alojamiento en la ciudad.
Extremadura: residencias públicas al límite y largas listas de espera
En Extremadura, las residencias gestionadas por Junta, diputaciones y ayuntamientos se encuentran completas y la lista de espera se acerca a un millar de estudiantes. La carestía y escasez de alquiler empuja a muchos jóvenes a solicitar plaza en estos recursos.
La residencia municipal Julio Cienfuegos (Badajoz) dispone de 60 apartamentos y agotó plazas en julio, con precios que oscilan entre 205 y 411 euros. En Cáceres, los apartamentos universitarios (120 plazas) también se reservaron por completo antes de agosto, únicos dentro del propio campus junto a la biblioteca.
La búsqueda de piso se ha vuelto cuesta arriba: hay pocos propietarios dispuestos a alquilar y no es raro que se ofrezcan 350 euros por habitación sin éxito. En paralelo, la residencia Hernán Cortés (Diputación de Badajoz), con 148 plazas y gratuidad, recibió 347 solicitudes y aplica baremos económicos y académicos.
La Diputación de Cáceres gestiona la residencia Charo Cordero (58 plazas), con alta demanda y precios cofinanciados: el alumnado abona desde 150 a 290 euros mensuales según tipología, más IVA. En las cuatro residencias de la Junta de Extremadura (Juan XXIII, Mario Rosso de Luna, Diego Muñoz Torrero y Plasencia) también hay más demanda que oferta: los precios públicos de referencia rondan 425-460 euros con estancia y alimentación.
Las fundaciones completan el mapa: la Rucab (Fundación CB, Badajoz) suma 204 plazas con lista de espera superior al centenar y tarifas desde 770-870 euros en pensión completa, mientras el colegio mayor Antonio Franco (Fundación Caja Extremadura, Cáceres) alcanza 180 plazas con precios en torno a 800 euros. En total, la oferta regional ronda 1.400 plazas, con el parque privado aportando aproximadamente un 15% y, en su mayoría, ya ocupadas.
Pamplona: ocupaciones por encima del 92% y preferencia por el todo incluido
La capital navarra mantiene a las residencias como primera opción para quienes llegan a iniciar estudios. Las reservas de cara a 2025-26 superan de media el 92% de ocupación, impulsadas por la dificultad para encontrar piso a precios asumibles.
En Camplus Pamplona (La Campana), el alumnado es mayoritariamente nacional: alrededor del 68% procede de Navarra, CAV y La Rioja; un 24% de otras autonomías y un 8% son estudiantes internacionales. La mayoría prefiere el pack completo (pensión, limpieza, actividades), aunque se mantiene un pequeño grupo con uso de cocina comunitaria y mayor flexibilidad.
El centro ha incorporado mejoras recientes en habitaciones, con microondas y frigorífico, y ha ampliado espacios compartidos para adaptarse a las nuevas rutinas de estudio y convivencia. El objetivo es ofrecer un servicio versátil y ad hoc a perfiles de grado, posgrado y movilidad.
Home & Co, junto a la UPNA, apenas conserva disponibilidad y destaca un proceso de reserva ágil que evita los trámites complejos del alquiler tradicional. Acoge mayoritariamente a estudiantes nacionales, pero también a jóvenes profesionales internacionales, con tasas de renovación que alcanzan terceros y cuartos años de estancia.
Las residencias ultiman detalles para la llegada de la nueva cohorte, con especial atención a la proximidad al campus, servicios y horarios, factores decisivos para las familias a la hora de asegurar plaza.
Nuevos proyectos y sostenibilidad: Cartagena, Córdoba y Pozuelo
En la Universidad Politécnica de Cartagena, el Vicerrectorado de Infraestructuras insiste en la necesidad de ampliar plazas y facilitar suelos o edificios para uso residencial. Entre las opciones en estudio aparecen una residencia de 100 plazas en la zona del Lago y la recuperación de un inmueble con 160 plazas ya construido, a la espera de posibles cesiones o acuerdos.
En Córdoba, la Gerencia de Urbanismo concederá licencia para levantar una gran residencia en Rabanales 21, sobre una parcela de 14.100 m². El proyecto prevé en torno a 400 habitaciones (unas 30 dobles), con una primera fase de 248 estancias que no llegó a tiempo para su apertura inicial prevista y ha visto reajustados los plazos.
En materia de sostenibilidad, el complejo de Student Experience en Pozuelo se convierte en la primera residencia universitaria en España con la doble certificación BREEAM ES Excelente en Edificio y Gestión. El activo incorpora soluciones de eficiencia (fachada ventilada, climatización de bajo consumo, iluminación LED y control solar), gestión inteligente del edificio, autoconsumo fotovoltaico superior a 280.000 kWh/año, recuperación de agua de lluvia y servicios que promueven el bienestar (piscina interior, biblioteca, coworking, salas de estudio y deportes).
El mapa de residencias se reconfigura a gran velocidad: la demanda crece, las administraciones y universidades activan proyectos para sumar camas y los operadores ajustan su propuesta hacia modelos más completos, eficientes y cercanos al campus, con el reto de facilitar el acceso sin disparar el coste para el estudiantado.