Los Tres Horizontes de la innovación y del cambio de cultura

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Ed. nota: Este artículo sobre los Tres Horizontes es un extracto de un subcapítulo del libro Diseñando Culturas Regenerativas, de Daniel Cristian Wahl publicado por EcoHabitar en 2020.

El IFF es una red de colaboración internacional de gente comprometida a compartir sus experiencias y conocimientos para explorar “los desafíos complejos y confusos a los que se enfrenta el mundo” para “defender una respuesta transformadora a esos desafíos” y para “mejorar nuestra capacidad de acción eficaz”.

Una perspectiva común que comparten los miembros del IFF es que necesitamos una estrategia más sistémica para abordar la complejidad de los problemas interconectados y de las oportunidades que tenemos delante. Otra convicción compartida es que, para responder de manera adecuada a los cambios que nos rodean, las organizaciones, las sociedades, las empresas y los gobiernos, no solo deben prestar atención a posibles respuestas a corto plazo para los síntomas de estas crisis, sino que también deben abordar las causas estructurales y sistémicas subyacentes que producen estos síntomas. Además, trabajar con sistemas complejos requiere de nosotros que abracemos la incertidumbre, el cambio y la imprevisibilidad. Nuestro objetivo es involucrar a las sociedades en un diálogo cultural más profundo que formule la clase de preguntas y proponga la clase de respuestas provisionales que nos lleven a la transformación cultural y al aprendizaje continuo.

Contenido

Los tres horizontes

Los miembros de IFF y otros profesionales de futuros (ver Hodgson y Sharpe, 2007; Curry y Hodgson, 2008; Sharpe, 2013) han estado colaborando en la creación del marco de los “Tres Horizontes” durante los últimos 10 años. “El pensamiento de los Tres Horizontes” es un método efectivo para facilitar y dar sentido a la transformación cultural y para explorar la innovación y la acción inteligente frente a la incertidumbre y el desconocimiento.

El marco se ha aplicado en una variedad de contextos que incluyen el futuro de infraestructuras inteligentes en Gran Bretaña, la previsión tecnológica en la industria de la TI, la innovación transformadora en el sistema educativo escocés, el futuro de la investigación del Alzheimer, el desarrollo de comunidades rurales y programas de liderazgo ejecutivo. Es una metodología versátil para invitar a las personas a explorar el futuro potencial del momento actual a través de diversas perspectivas que tenemos que considerar, si queremos guiar con sabiduría nuestro rumbo hacia un futuro impredecible.

El marco de los “Tres Horizontes” es una herramienta de previsión que puede ayudarnos a estructurar nuestro pensamiento sobre el futuro de manera que provoque la innovación. Describe tres patrones o maneras de hacer las cosas y cómo su prevalencia relativa y sus interacciones evolucionan a través del tiempo. El cambio desde el patrón establecido del primer horizonte hasta el surgimiento de patrones fundamentalmente nuevos en el tercero, tiene lugar pasando por la actividad de transición del segundo horizonte. El modelo no solo nos hace pensar en patrones interactivos, sino que, y lo que es más importante, “dirige la atención a los tres horizontes siempre existentes en el momento presente y al hecho de que tenemos pruebas sobre el futuro viendo cómo las personas (incluidos nosotros mismos) se están comportando ahora” (Sharpe, 2013: 2).

Una vía generativa

El marco nos ayuda a hacernos más conscientes de la manera en que nuestras intenciones y nuestro comportamiento individual y colectivo hoy, dan forma al futuro. Al planear tres maneras de relación con el futuro, desde las perspectivas de los tres horizontes, podemos incorporar el valor de cada una de ellas a la conversación como una vía generativa que promueva el entendimiento y la conciencia futura, como base de la acción colaborativa y de la innovación transformadora.

Creo que los tres horizontes ofrecen un marco importante para pensar sobre la innovación transformadora que puede usarse para facilitar la transición hacia culturas regenerativas. Nos puede ayudar a estructurar nuestra exploración colectiva a medida que empezamos a vivir las preguntas juntos, como participantes conscientes en esta transición. En este contexto, el primer horizonte (rojo) representa los sistemas prevalentes en la actualidad que están empezando a mostrar síntomas de declive y con ciclos de crisis cada vez más cortos con recuperaciones temporales, nunca fundamentales.

“Lo mismo de siempre”

En otras palabras, el Horizonte 1 es “lo mismo de siempre”, o “el mundo en crisis” (H1). Se caracteriza por la “innovación sostenible” que sigue con “lo mismo de siempre”. El Horizonte 3 (verde) es cómo imaginamos un “mundo viable” (H3). Puede que no seamos capaces de definir este futuro con todo detalle ya que el futuro es siempre incierto, sin embargo, podemos intuir las transformaciones fundamentales que tenemos delante, y podemos prestar atención a experimentos sociales, ecológicos, económicos, culturales y tecnológicos que nos rodean y que podrían ser pequeñas áreas del futuro en el presente. El Horizonte 2 (azul) representa el “mundo en transición” (H2), es un espacio emprendedor y culturalmente creativo de innovaciones tecnológicas, económicas y culturalmente factibles que pueden alterar y transformar el Horizonte 1 en distintos grados y pueden tener efectos ecosociales regenerativos, neutrales o degenerativos.

En el punto donde estas innovaciones H2 se hacen más efectivas que las prácticas existentes comienzan a reemplazarse aspectos de “lo mismo de siempre”. Sin embargo, algunas formas de “innovación disruptiva” son, en última instancia, absorbidas por el Horizonte 1 sin derivar en cambios fundamentales y transformadores, mientras que otras formas de “innovación disruptiva” se pueden considerar como un posible puente entre H1 y H3.

Dentro del contexto de la transición hacia culturas regenerativas introducimos un valor preferente en nuestro uso de la metodología de los Tres Horizontes: las soluciones que crean condiciones que favorecen la vida y establecen patrones regenerativos reciben un valor más alto que aquellas que no la favorecen. En este libro hago referencia al Horizonte 3 como las perspectivas y patrones que intentan traer consigo un “mundo viable” (H3) de culturas regenerativas capaces de transformar de forma creativa y en continua exploración de las respuestas más adecuadas, hacia un contexto socio-ecológico que cambia rápidamente.

Cultivar la conciencia futura con las perspectivas de los Tres Horizontes

La esencia de la práctica de los Tres Horizontes es desarrollar tanto la conciencia individual como la compartida de los tres horizontes, verlos como perspectivas que deben entrar en el debate y trabajar con flexibilidad con las contribuciones que cada una de ellas hace al continuo proceso de renovación del que todos dependemos. Salimos de nuestra forma de pensar individual y entramos en un espacio compartido de posibilidades creativas.

Bill Sharpe (2013: 29)

El Horizonte 1 está basado en prácticas que han funcionado durante mucho tiempo y tienen un contrastado historial basado en la experiencia pasada. El pensamiento H1, dominado por el discurso de separación, ha dado forma a la mayoría de las prácticas que parecen vitales para nuestra subsistencia. Nuestros sistemas educativos, nuestros sistemas productivos y de consumo, nuestros sistemas sanitarios, infraestructuras de comunicación, infraestructuras de transporte y vivienda… todos estos sistemas, y los servicios vitales que prestan, tendrán que ser transformados durante la transición hacia culturas regenerativas.

Desde el punto de vista del momento actual, el H3 describe las culturas regenerativas capaces del aprendizaje continuo y la transformación para adaptarse y anticiparse al cambio. Sin embargo, a medida que nos acercamos al tercer horizonte este retrocede, o mejor dicho, se transforma en respuesta a un cambio sistémico más amplio. Para cuando alcancemos la madurez cultural que describimos hoy en términos del tercer horizonte, este H3 habrá cambiado a un nuevo H1 y nos enfrentaremos a retos nuevos e impredecibles que requerirán que tomemos una nueva perspectiva del H3. La peregrinación hacia un futuro sostenible y regenerativo tiene una lista interminable de cumbres falsas. A medida que alcanzamos la cima de la cumbre verde (H3) en nuestro mapa de horizontes, nos encontramos en el terreno rojo de nuestro nuevo H1. Mirando hacia delante desde la consciencia futura veremos los nuevos segundo y tercer horizontes extenderse ante nosotros.

Reconocer nuestro “desconocimiento”

Debido a que el proceso de evolución y transformación cultural es continuo nunca llegaremos, ni nos mantendremos, en un escenario H3 para siempre. Aproximarse al tercer horizonte siempre implica reconocer nuestro “desconocimiento” y mantener la mentalidad de un aprendiz listo para aprender de la experiencia; lo suficientemente humilde para no considerar ninguna solución como definitiva; y abierto a reconocer las valiosas perspectivas de los tres horizontes.

Mientras que aspectos del H1 actual están obsoletos y son la causa original de prácticas insostenibles, otros aspectos del H1 también están ayudando a prestar servicios vitales sin los cuales nos enfrentaríamos a un colapso casi inmediato. La transformación tiene que darse mientras estos servicios vitales continúan prestándose. La humanidad no tiene la posibilidad de apagar las luces, salir de la habitación y empezar de nuevo en otra habitación más prometedora. Solo tenemos un planeta. Tenemos que encontrar maneras de transición de un statu quo, que ahora es profundamente insostenible, a uno nuevo. Las culturas sostenibles y regenerativas no son extremos a alcanzar, sino procesos continuos de aprendizaje colectivo. A medida que nos aproximamos al tercer horizonte es posible que nos sorprenda la aparición de nuevos retos. Para responder de manera inteligente a estos retos, las perspectivas ofrecidas por los tres horizontes ayudarán a orientar nuestros actos.

El pensamiento de los Tres Horizontes transforma el potencial del momento presente revelando cada horizonte como una cualidad diferente del futuro en el presente, reflejando que actuamos de diferente manera para mantener lo conocido que para ser pioneros de lo nuevo.

Bill Sharpe (2013: 10)

Cocrear culturas regenerativas

Para evitar la equivocación común de “tirar la fruta fresca con la madura”, es importante ver todo lo que es valioso en el H1 y entender la importancia de su contribución para cocrear culturas regenerativas. Bill Sharpe compara la perspectiva del H1 al papel del gerente responsable de mantener las luces encendidas y la empresa operativa sin grandes perturbaciones en su funcionamiento básico. La perspectiva del H2 es la del emprendedor que ve la ventaja potencial de hacer las cosas de manera diferente, desafiando el statu quo de forma operativa, pero a menudo sin cuestionar la narrativa cultural que mantiene el H1. La perspectiva del H3 es la del visionario que llama a la transformación profunda hacia un mundo mejor (más justo, igualitario, próspero y sostenible).

En el contexto de la transición, el pensamiento H3 está conformado por una nueva narrativa cultural de interser y por la evidencia científica de nuestra interdependencia con el resto de los seres vivos. Como tal, define una nueva manera de ser y de relacionarse basada en un cambio fundamental de la cosmovisión, reconociendo las valiosas contribuciones de las perspectivas del H1 y del H2 y colocándolas en el contexto de una transformación ecosocial más amplia.

A la hora de planear una senda hacia culturas regenerativas que pretenden evitar perturbaciones y sufrimiento generalizados, necesitamos valorar el puente que ofrecen ciertos tipos de innovación del H2. Puede que la mayoría de los sistemas del H1 necesiten una transformación profunda, sin embargo, tienen que ser valorados como una base desde la que la innovación y la trasformación sea posible mientras evitamos los efectos, a menudo regresivos en lugar de evolutivos, de la revolución y del colapso sistémico.

Una “consciencia futura”

La perspectiva del H3 está poblada de muchas y diferentes visiones del futuro. En el contexto de este libro me centro en aquellas que dan valor a la viabilidad y a la regeneración, aunque es importante estar abierto a las lecciones que podemos aprender de los tres horizontes y de la diversidad de perspectivas sobre el futuro que representan. Mantener la mente abierta y aprender de perspectivas múltiples nos puede ayudar a desarrollar una “consciencia futura” a medida que trazamos la senda a un futuro que siempre estará caracterizado por la aparición de nuevas circunstancias, algunas predeterminadas e inevitables, otras impredecibles.

Se necesitan visiones y experimentos diversos del H3 para llevar nuestra conversación colectiva sobre el futuro a un nivel inclusivo y participativo. Necesitamos cuestionar nuestro condicionamiento cultural y la miopía que causa el discurso cultural y educativo del H1. Los gerentes del H1 a veces pueden estar aferrados a hacer las cosas de una manera determinada y a una mentalidad específica (discurso de separación), una clase de profecía auto cumplida. Los visionarios del H3 nos sugieren ver el potencial y las posibilidades futuras más allá de la mentalidad rígida del H1 que se resiste al cambio, en particular aquellas clases de cambio que invitan a la transformación cultural.

El puente entre el H1 y el H3 se construye al prestar una atención más crítica al espacio de la innovación y al periodo de transición que abre el segundo horizonte. La perspectiva del H2 ve oportunidades en los defectos del H1 y tiene el objetivo de fundamentar las posibilidades visionarias del tercer horizonte con algunos de los pasos prácticos posteriores. Muchos de ellos son posibles “escalones” o innovaciones de transición.

Medidas tangibles y convincentes

Debido a que la innovación del H2 tiene lugar en un clima económico y dentro de las estructuras de poder dominados por el H1, en última instancia muchas de las innovaciones propuestas por el H2 son secuestradas para servir a los objetivos del H1. Como el segundo horizonte trata de la experimentación y el emprendimiento, muchas de sus iniciativas fracasan ofreciendo oportunidades para el aprendizaje. Solo un pequeño porcentaje de las innovaciones consiguen construir un puente eficaz entre el H1 y el H3, permitiendo la implementación de las visiones elevadas del H3 con medidas tangibles, convincentes y “positivamente infecciosas”.

El pensamiento de los Tres Horizontes nos permite reconocer lo que es valioso de las distintas perspectivas y de las distintas formas de relacionarse con el futuro de cada una de ellas. Nos ayuda a ver el futuro potencial y sus oportunidades desde el presente. Puede ayudarnos a formular preguntas más profundas a medida que entablemos conversaciones conformadas por la “consciencia futura” que transforme mentalidades rígidas en perspectivas valiosas.

La transformación tiene lugar como el resultado que surge de todo lo que está sucediendo en el mundo, siempre hay un tercer horizonte emergente en cada nivel de la vida, desde el individuo al plantea y más allá. Algunas cosas serán resultado de una intención consciente, otras nos sorprenderán para bien o para mal. La manera en la que vivimos ahora una vez fue el tercer horizonte, en parte imaginado e intencionado, en gran medida desconocido. La consciencia futura no controlará el futuro, pero nos permitirá desarrollar nuestra capacidad para dar una respuesta transformadora a sus posibilidades.

Bill Sharpe (2013: 15)

El pensamiento de los Tres Horizontes ofrece una metodología y una práctica para ver las cosas desde perspectivas múltiples y valorar la contribución de cada perspectiva a la manera en la que creamos un mundo juntos. El simple hecho de mantener una conversación utilizando el marco de los Tres Horizontes en tu grupo comunitario local, empresa, organización o ayuntamiento ya tiene, en sí mismo, el potencial para la innovación cultural transformadora.


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