La razón para no volver a mandar correos electrónicos negativos en el trabajo
Enviar feedback negativo a través del correo electrónico es una idea pésima que perjudica al receptor del mensaje. Varios estudios muestran cómo crea un círculo vicioso de negatividad porque las palabras persisten mucho después de enviarlas.
El email es un arma de doble filo: sirve como herramienta interna muy útil, como acicate para el posicionamiento y el marketing o como potente instrumento comercial y de networking, pero también puede originar graves pérdidas de tiempo, distracciones constantes o malentendidos.
Varias investigaciones sobre la ciencia del cerebro aplicadas al envío de emails muestran que los correos electrónicos positivos liberan una pequeña cantidad de dopamina en el cerebro de la persona que lee el mensaje. En términos de bienestar, es un fenómeno similar a completar una tarea en un videojuego, y es otro de los motivos que nos vuelven adictos a las redes sociales. A todos nos gusta recibir la recompensa esperada.
Contenido
5 ajustes en la bandeja de entrada de tu email para ganar tiempo
No obstante, el ser humano tiene un halo pesimista y se inclina a experimentar pensamientos negativos. Si esperamos el golpe de dopamina al hacer clic sobre un mensaje y en su lugar, recibimos un correo electrónico negativo, se genera en nosotros una sensación persistente de frustración y desconfianza. Cuando el cerebro está preparado y listo para recibir un golpe de estas hormonas del bienestar, pero en cambio, recibe una bronca sobre fallos en las ventas o el fiasco del último proyecto de diseño web, supone un batacazo no puntual, sino persistente.
Un mejor enfoque recomendado por los expertos consiste en apegarse solo a correos electrónicos positivos, empleando este útil medio de comunicación tecnológico como una forma de comunicar hechos e información, así como feedback positivo en los casos que sea preciso.
¿Y cómo hacemos frente a las malas noticias?
Es importante saber mandar el feedback negativo, pero es mucho más recomendable hacerlo en persona o por teléfono. La comunicación interpersonal con su lenguaje gestual y corporal, tono de voz, diálogo bidireccional y otras características hacen de este medio un recurso más apropiado para los comentarios negativos.
El email es un medio pobre para explicar las complejas variables del trabajo y responder las preguntas que surgen. En lugar de dejarte llevar por los impulsos y emociones del clic inmediato, usa la retroalimentación constructiva en reuniones, conversaciones y encuentros personales. La cultura corporativa y el ambiente laboral saldrán seriamente beneficiados de esta decisión.
Fuente | Inc