¿Cómo funciona un seguro de vida dentro de la sucesión?
Cuando una persona contrata un seguro de vida, lo hace por múltiples razones: cuidar su vida y la de su familia, y contar con un respaldo financiero que le de tranquilidad al momento de fallecer, ya que este capital se podrá utilizar para afrontar los gastos que surjan al momento, incluyendo el sepelio.
En este sentido, Hjalmar Jesús Gibelli Gómez sugiere tener en consideración que este capital no siempre es una ganancia, puesto que el beneficiario en el seguro de vida va a tener que declarar impuestos sucesorales según el dinero que haya recibido. Esto consiste en que cuando el beneficiario es distinto que el tomador del seguro, porque si el que recibe el capital es la misma persona que ha contratado el seguro, le tocará declarar ese dinero a la autoridad tributaria.
Sin embargo, esto no es lo habitual, porque el dinero que se encuentra en la póliza se lo dejamos a otras personas para que puedan afrontar con más tranquilidad lo que les espera en adelante. Además, los llamados impuestos de sucesiones y donaciones son una carga impositiva que está delegada a las comunidades autónomas, donde cada una lo aplica como cree conveniente.
En tal sentido, hay tres casos donde se puede aplicar este impuesto:
- Recibes una herencia por fallecimiento.
- Si eres beneficiario de un seguro de vida.
- Porque recibes bienes por donación en vida.
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¿Cómo se tributa el seguro de vida?
En el impuesto de sucesiones y donaciones se pueden dar dos casos con el capital cobrado del seguro de vida. Si el que cobra es el beneficiario del seguro tendrá que pagar el impuesto de sucesiones. Y si el que cobra es el titular del seguro porque reciba la prestación de un seguro de supervivencia, tributa en la modalidad de donaciones.
Lo habitual es que tengas que tributar en el impuesto de sucesiones y los beneficiarios de este seguro están obligados a pagar este impuesto en un plazo de 6 meses, como máximo, desde que el titular de la póliza fallece. Y se rellena un formulario de la agencia tributaria donde se especifican todos los datos del beneficiario y de las cantidades percibidas.
Una cosa que hay que tener clara es que cuanto mayor sea el capital que recibas más tendrás que pagar, porque se te aplica un porcentaje respecto al total.
Hay que tener en cuenta una cuestión, porque es una de las excepciones y por lo que no deberás pagar este impuesto. Y es que si el beneficiario resulta ser una persona jurídica ese incremento patrimonial tendrá que tributar en el impuesto de sociedades.
En el caso de que este patrimonio lo reciba una persona jurídica, estará exento del impuesto de sucesiones, pero, por otro lado, deberá pagar el impuesto de sociedades.
Liquidación parcial del impuesto de sucesión
Puede pasar que en el momento en el que se reciba la indemnización por el fallecimiento del asegurado, el o los beneficiarios no tengan la liquidez necesaria para hacer frente al impuesto de sucesiones. Esto es algo que sucede bastantes veces. Lo que hay que hacer es realizar una liquidación parcial de este impuesto porque la ley permite que se presente un escrito donde se solicite esta cuestión. Eso sí, es necesario demostrar que no se dispone del dinero suficiente para hacer frente al pago del impuesto.
Recordemos que un seguro de vida es un seguro que paga dinero ya sea por la muerte del asegurado o después de un período de tiempo establecido. Este dinero se paga a un beneficiario. Los beneficiarios son las personas que usted elige para que reciban el dinero de la póliza de seguro de vida. La mayoría de los seguros de vida ayudan a su familia o a cualquier otro beneficiario a pagar las cuentas y otros gastos de subsistencia después de su muerte. Pero algunos seguros de vida se pueden usar mientras usted vive.