celebraciones, descubrimientos y patrimonio bajo la lupa
El Día Internacional de la Arqueología se ha consolidado como una jornada para mirar de frente al pasado y a quienes lo investigan hoy, con una mezcla de actividades divulgativas, novedades científicas y reflexiones sobre la protección del patrimonio. Más allá de los tópicos aventureros, esta fecha pone el foco en el trabajo metódico que hay detrás de cada hallazgo y en la necesidad de conservar lo que nos cuenta quiénes fuimos.
Aprovechando la efeméride, instituciones y equipos de investigación han compartido resultados relevantes en diversos rincones del mundo, mientras museos y yacimientos abren sus puertas con propuestas pensadas para todos los públicos. Es, en suma, una ocasión ideal para tomar el pulso a una disciplina que combina ciencia, técnica y compromiso social.
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Qué se conmemora y por qué importa
El 18 de agosto se escogió para honrar la memoria de Khaled al-Asaad, el arqueólogo sirio que defendió Palmira hasta el final y cuyo nombre se ha convertido en símbolo de la protección del patrimonio frente a la violencia y el expolio. La jornada recuerda que el legado arqueológico es frágil y que su custodia exige valentía, rigor y cooperación internacional.
En España, la conmemoración ha sido impulsada por colectivos profesionales que buscan visibilizar la labor de la arqueología y acercarla a la ciudadanía a través de actividades públicas. La tradición también fija la mirada en Santa Elena, patrona de los arqueólogos, a la que se asocia la búsqueda de reliquias en la Antigüedad Tardía como antecedente de las primeras “excavaciones”.
Investigaciones recientes que acaparan titulares
En el bosque de Krumlov (sur de Moravia, República Checa), un pozo minero prehistórico ha revelado dos mujeres enterradas junto a un recién nacido y los restos de un perro, depositados hace más de 6.000 años. El contexto sugiere un ritual ligado a la minería del sílex, con hipótesis que van desde ceremonias de protección del trabajo hasta posibles prácticas de sacrificio.
En Ontario (Canadá), a las afueras de Wawa, apareció una enorme roca tallada (1,2 x 1,5 m) considerada la inscripción rúnica más extensa de Norteamérica, con un padrenuestro completo. El análisis comparado apunta a una redacción afín a la tradición sueca, y los indicios históricos la vinculan a trabajadores escandinavos del siglo XIX.
Un equipo internacional ha descifrado una tablilla sumeria datada en torno a 2400 a. C. que narra el cautiverio del dios de la tormenta Iškur en el inframundo y su rescate por un zorro. Es la primera historia conocida protagonizada por Iškur, lo que abre nuevas lecturas sobre el panteón mesopotámico y la literatura más antigua.
En Uşakli Höyük (probable Zippalanda hitita), la campaña dirigida por la Universidad de Pisa ha documentado los restos de al menos siete niños enterrados en un espacio funerario asociado a una estructura circular enigmática. La mezcla con restos animales, cenizas y cerámica subraya un ritual poco convencional en el Próximo Oriente antiguo.
Un complejo megalítico inédito en el centro peninsular
En Los Yébenes (Toledo), el proyecto «Entre dos tierras» ha sacado a la luz en el paraje de La Chorrera un excepcional conjunto que cambia el mapa de la prehistoria del interior peninsular. El núcleo es una estructura megalítica semicircular de 40 metros de diámetro, formada por anillos de piedras concéntricos y un túmulo central con marcada orientación este-oeste.
La ausencia de evidencias de hábitat apunta a un espacio ceremonial y funerario de uso prolongado durante unos tres milenios, desde el Neolítico y Calcolítico hasta bien entrada la II Edad del Hierro. Esta continuidad convierte el lugar en un centro de agregación ritual insólito por su persistencia temporal.
El conjunto se relaciona estrechamente con cuatro abrigos con arte rupestre esquemático en las inmediaciones, una proximidad que permitirá afinar como nunca la cronología de estas manifestaciones gracias al contexto arqueológico del monumento.
El emplazamiento, rico en manantiales y recursos hídricos, refuerza el valor simbólico del paisaje y su posible sacralización a lo largo de generaciones. La elección del lugar, por tanto, parece responder tanto a motivos religiosos como ambientales.
Tras años de trabajo previo en Montón de Trigo, el equipo —con apoyo del Ayuntamiento de Los Yébenes, la Diputación de Toledo y la UCM— afronta ahora dataciones absolutas (C14), estudios arqueoastronómicos y un registro integral con fotogrametría y escáner 3D, además de medidas de protección y planes de difusión pública.
Talento en formación: un hallazgo de oro en Northumberland
En su primera excavación, la estudiante Yara Souza (Universidad de Newcastle) localizó en apenas 90 minutos un objeto de oro de la Alta Edad Media en Redesdale (Northumberland), dentro de una prospección que daba continuidad a un hallazgo de 2021 en el mismo entorno.
La pieza, de unos cuatro centímetros y con un extremo decorado, se relaciona con el tránsito de élites a lo largo de la antigua Dere Street, vía romana que siguió en uso siglos después y hoy forma parte del trazado de la A68. Si te interesa la profesión, cómo llegar a trabajar como arqueólogo es una guía útil.
Según el profesor James Gerrard, la calidad del hallazgo sugiere un uso ceremonial o religioso y, quizá, un depósito intencional. El proyecto pone en valor la colaboración entre detectoristas y arqueólogos, así como la formación práctica del alumnado en técnicas de campo.
Las dos piezas de oro vinculadas al paraje serán estudiadas antes de mostrarse en el Great North Museum: Hancock, donde se contextualizarán dentro del paisaje arqueológico de la región.
Museos y actividades: Canarias abre sus salas
El Museo de Naturaleza y Arqueología de Tenerife (MUNA) organizó una visita interpretativa guiada por la conservadora María Candelaria Rosario Adrián, en colaboración con la Oficina de la Participación y el Voluntariado Ambientales del Cabildo de Tenerife.
El recorrido permitió conocer en detalle colecciones, procesos de conservación y criterios expositivos, con el objetivo de acercar la disciplina a la ciudadanía y fomentar una cultura participativa y accesible en torno al patrimonio insular.
En el archipiélago, espacios como el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada (Gáldar) continúan excavando y generando contenidos para visitas que ayudan a entender la evolución histórica de las islas a partir de evidencias materiales.
Bajo las aguas: ciencia, ley y memoria
El litigio internacional por la fragata Nuestra Señora de las Mercedes estableció un hito al reconocer el derecho del Estado sobre su patrimonio sumergido, frenando prácticas expoliadoras y reforzando la gestión científica de los pecios.
El cargamento —monedas, lingotes y objetos personales— fue devuelto a España y hoy forma parte del relato del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA) en Cartagena, donde se trabaja en su estudio y conservación.
En 2015, una intervención a más de 1.100 metros de profundidad frente al Algarve, con ROV a bordo del Ángeles Alvariño, documentó cañones, metales y ajuares personales dispersos por las corrientes, mostrando cómo la tecnología permite ver sin excavar y reconstruir historias humanas bajo el mar.
La Unesco estima la existencia de millones de naufragios no localizados, verdadero archivo de la navegación y el comercio mundial. Voces como Filipe Castro o el pionero George Bass han subrayado la necesidad de aplicar métodos arqueológicos rigurosos y ética museística frente al mercado de antigüedades.
Casos como el San Giacomo di Galizia, descubierto en las rías gallegas y excepcional por su conservación, recuerdan que, más allá de la plata y el oro, el verdadero valor reside en el conocimiento histórico que los pecios aportan.
Entre celebraciones, debates y nuevas evidencias, la arqueología demuestra su vigencia como ciencia interdisciplinar que combina trabajo de campo, análisis de laboratorio y herramientas como el georradar, la fotogrametría y el escaneado 3D. Lo descubierto en tierra y bajo el agua sostiene una idea sencilla: proteger el patrimonio es proteger nuestra memoria, y su futuro depende tanto del rigor investigador como de una ciudadanía informada y comprometida.