Analizador de radiactividad en alimentos
Este medidor de radiactividad es adecuado para verificar y medir si hay contaminación en agua, leche, tierra, verduras, etc.
Está diseñado específicamente para no profesionales, para uso en el hogar, tiendas, restaurantes, agricultores, importadores de alimentos, etc.
El control de la contaminación de la radiactividad se realiza midiendo la actividad de radionucleidos de Cs-137 (cesio 137) y Cs-134 (cesio 134), que son los más propensos a estar en los alimentos después de los accidentes de radiación origen técnico, así como el K-40 (potasio 40) que existe como un elemento radiactivo natural en el medio ambiente.
Contenido
¿Cómo llega la radioactividad en los alimentos?
a) De forma natural
La población está expuesta cotidianamente a la radiación natural. La radiación natural procede del espacio (en forma de rayos cósmicos) y del material radiactivo presente de forma natural en el suelo, el agua y el aire.
La radioactividad natural de las rocas y los minerales presentes en el suelo se puede transferir a los cultivos. El agua potable puede recoger la radiactividad natural de la tierra, y el pescado y el marisco pueden captar la radiactividad del agua o el suelo del mar. El marisco es el alimento que más radiación natural concentra, de tal manera que una persona que habitualmente coma muchos mejillones, ostras, almejas y caracoles marinos, puede recibir hasta un 50% más radiación por la alimentación que la media de la población .
La radioactividad también se puede encontrar de forma natural en los alimentos; por ejemplo, un componente de potasio, llamado 40 que forma 0,012% en peso de todos los naturales de potasio y se produce en las células de todos los seres vivos.
b) De forma accidental
Los alimentos pueden contaminarse con materiales radioactivos como resultado de fugas accidentales por un incidente nuclear o radiológico. La superficie de alimentos como las frutas y verduras o los piensos pueden convertirse radiactivos por el depósito de materiales radiactivos procedentes del aire o del agua de lluvia.
Los radionúclidos pasan a través de la cadena alimentaria de la misma manera que la radiactividad natural. Al cabo del tiempo también se puede detectar radiactividad en el interior de los alimentos, ya que los radionúclidos pasan del suelo a los cultivos por las raíces y de las plantas pueden pasar a los animales. La radioactividad de los ríos, los lagos y el mar puede ser captada por los peces y los mariscos. La gravedad del riesgo depende de la combinación de radionucleidos y de la cantidad de contaminantes emitidos.
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Artículo publicado en el nº 54 Verano 2017.
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