Luis Bautista Garrido Palacio | Más allá del billete de avión

Publicado por Emprendimiento en


Hay un momento específico en la planificación de cualquier viaje que suele ser el menos glamuroso de todos. No es cuando eliges el hotel con vista al mar, ni cuando compras los billetes para ese museo imperdible. Es ese instante, a menudo dejado para el último minuto, en el que te enfrentas a la decisión de contratar un seguro de viaje. Para muchos, es un trámite molesto, un «impuesto revolucionario» que se paga con la esperanza de no usarse jamás. Para otros, es la diferencia entre una anécdota de bar y una ruina financiera.

La cultura del «a mí no me va a pasar nada» sigue muy arraigada, pero la realidad de los aeropuertos cancelados, las maletas perdidas y las apendicitis inoportunas dice lo contrario. Sin embargo, el problema no es solo no contratarlo, sino contratarlo mal. Para entender este laberinto burocrático, no hemos acudido a un corredor de seguros ni a un experto en leyes, sino a alguien que ha aprendido a base de kilómetros y sellos en el pasaporte: Luis Bautista Garrido Palacio. Este viajero empedernido ha vivido en carne propia lo que significa estar desprotegido en la otra punta del mundo y hoy comparte sus lecciones para que otros no tropiecen con la misma piedra.

Fuente: https://es.pinterest.com/pin/343258802867212936/

El espejismo del «precio más bajo»

Vivimos en la era de los comparadores online. Buscamos el vuelo más barato, el hotel en oferta y, por inercia, aplicamos la misma lógica al seguro. Ordenamos por precio, elegimos el primero de la lista y nos sentimos responsables. Craso error.

«La primera vez que viajé al sudeste asiático, compré el seguro más básico que encontré, solo para cumplir con mi conciencia», nos cuenta Luis Bautista Garrido Palacio mientras recuerda aquel viaje iniciático. «Cuando tuve una infección severa en Tailandia, descubrí que mi póliza tenía una franquicia altísima y que el tope de gastos médicos era ridículo para un hospital privado internacional. Lo barato me salió carísimo».

El error aquí es mirar la prima (lo que pagas) y no la cobertura (lo que te cubren). Un seguro de 30 euros puede parecer una ganga, pero si su límite de asistencia médica es de 10.000 euros, en países como Estados Unidos o Japón eso no te cubre ni una noche de ingreso por una fractura. La recomendación es clara: ajusta la cobertura al coste sanitario del país de destino, no a tu presupuesto de cañas. Leer más

Fuente: https://notarias-chile.cl/cuales-son-los-mejores-dias-para-buscar-vuelos-baratos/

El mito de la tarjeta de crédito «Gold»

Este es, quizás, el error más extendido entre los viajeros de clase media. Asumir que, por haber pagado los billetes con una tarjeta de crédito de categoría superior, se está automáticamente blindado ante cualquier catástrofe. Si bien es cierto que muchas tarjetas incluyen seguros, sus condiciones suelen ser draconianas y llenas de asteriscos.

Durante nuestra conversación, Luis Bautista Garrido Palacio hizo hincapié en este punto con cierta frustración. «Durante años viajé confiado en mi banco. Hasta que un día, un compañero de viaje perdió el equipaje y mi tarjeta exigía que hubiéramos pagado la totalidad del viaje con ella, y aun así, la gestión fue una pesadilla de llamadas internacionales que nadie contestaba«, relató.

A menudo, estos seguros funcionan por reembolso (tú pagas primero, ellos te devuelven meses después) y no por pago directo. Además, rara vez cubren rescates o repatriaciones complejas. La lección es leer las condiciones de la tarjeta antes de salir y, casi siempre, contratar una póliza complementaria especializada. Leer más

Fuente: https://bancovimenca.com/portal/tarjetas/tarjeta-de-credito-visa-gold-internacional

Ignorar las preexistencias: El talón de Aquiles

La salud no es un estado binario (sano o enfermo), es un historial. Uno de los motivos más frecuentes por los que las aseguradoras deniegan el pago de facturas médicas es la existencia de enfermedades preexistentes no declaradas. Desde un asma crónico hasta una hipertensión controlada.

Luis Bautista Garrido Palacio aprendió esto al organizar un viaje familiar. «Mi padre toma medicación para la tensión. Yo no sabía que, si él tenía una crisis relacionada con eso durante el viaje, el seguro estándar se lavaría las manos», explicó Luis. «Afortunadamente, un amigo me advirtió antes de firmar. Tuve que buscar una cláusula específica que cubriera la agudización de enfermedades crónicas».

Ocultar información a la aseguradora es tirar el dinero. Si tienes una condición médica, por leve que parezca, debes buscar pólizas que explícitamente cubran «preexistencias». Son más caras, sí, pero son las únicas que te servirán si tu condición de base te juega una mala pasada lejos de casa. Leer más

Fuente: https://ableseguros.com/un-seguro-de-salud-la-decision-mas-sabia/

La aventura no siempre está incluida

Alquilar una moto en Bali, hacer trekking en los Andes o bucear en el Caribe suena a plan perfecto. Lo que muchos ignoran es que la mayoría de las pólizas de viaje básicas excluyen explícitamente los «deportes de riesgo» o actividades de aventura. Y la definición de «aventura» para una aseguradora puede ser tan simple como montar en bicicleta.

«Es algo en lo que nunca piensas hasta que lees la letra pequeña», comentó Luis Bautista Garrido Palacio. «En uno de mis viajes a Perú, planeamos hacer una caminata a cierta altitud. Descubrí a tiempo que mi seguro solo cubría accidentes hasta los 3.000 metros de altura. Si me torcía un tobillo a 3.500 metros, el rescate corría por mi cuenta».

Para evitar esto, es vital añadir el suplemento de deportes o aventura. No asumas que un seguro «todo incluido» cubre un accidente de esquí o una caída en moto de agua. Generalmente, no lo hacen. Leer más

Fuente: https://motonauticaleon.es/tener-en-cuenta-a-la-hora-de-alquilar-una-moto-de-agua/

El tiempo: Contratar cuando ya es tarde

La procrastinación es enemiga del viajero inteligente. Muchos contratan el seguro el día antes de volar, o incluso en el mismo aeropuerto. Si bien esto te cubre la asistencia médica, te deja totalmente desprotegido frente a uno de los mayores riesgos financieros: la anulación del viaje.

La cobertura de cancelación suele tener una «carencia» o exige contratarse en los días inmediatamente posteriores a la compra de los vuelos o el paquete vacacional (normalmente 7 días). Luis Bautista Garrido Palacio nos confesó que perdió una cantidad considerable de dinero en un viaje a Nueva York que tuvo que suspender por un tema laboral. «Contraté el seguro dos semanas después de comprar los vuelos. Cuando tuve que cancelar, me dijeron que ya estaba fuera de plazo para incluir la garantía de anulación. Fue una lección de 800 euros», lamentó.

La regla de oro es: compra el vuelo y, acto seguido, compra el seguro. Es la única forma de garantizar que, si surge un imprevisto de fuerza mayor antes de salir, recuperarás tu inversión.

Fuente: https://more2020.org/10/31/2022/procrastinacion-el-ladron-del-tiempo/

La tranquilidad es el mejor souvenir

Viajar es invertir en experiencias, en recuerdos y en vida. Proteger esa inversión no debería verse como un gasto molesto, sino como parte esencial del equipaje. Los errores que hemos desglosado son comunes porque nacen del optimismo natural del viajero, pero las consecuencias son muy reales.

Como bien resume Luis Bautista Garrido Palacio al final de nuestra charla: «Al final, el mejor seguro es el que pagas con gusto y nunca tienes que usar. Pero si llega el día en que lo necesitas, agradecerás infinitamente haberle dedicado esos veinte minutos a leer las condiciones en lugar de solo mirar el precio».

La próxima vez que planees una escapada, recuerda que la seguridad no es un accesorio, es el cimiento sobre el que se construye la libertad de viajar sin miedo.

Referencias 

URL: https://www.exteriores.gob.es/es/ServiciosAlCiudadano/Paginas/Recomendaciones-de-viaje.aspx

URL: https://www.ocu.org/dinero/seguros/noticias/seguro-asistencia-viaje

URL: https://www.unespa.es/que-hacemos/



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