Las empresas ya preparan su estrategia de ventas de cara al próximo Black Friday 2025 del 28 de Noviembre

Publicado por Emprendimiento en

La cuenta atrás ha comenzado para la que es, sin duda, la jornada de descuentos más influyente del calendario comercial global. El próximo 28 de noviembre de 2025, el Black Friday volverá a poner a prueba la capacidad de adaptación y la agudeza estratégica de las empresas. Lejos de ser un mero día de rebajas, este evento se ha consolidado como un barómetro crucial de la salud del consumo y un campo de pruebas para la innovación en logística, marketing y experiencia de cliente.

Las compañías ya han comenzado a delinear sus planes de acción, sabiendo que el éxito no solo radica en la agresividad de los precios, sino en la solidez de una operación que debe ser fluida desde el primer clic hasta la entrega final en el domicilio. La anticipación es, en este contexto, el activo más valioso, permitiendo a las marcas no solo reaccionar, sino orquestar una experiencia de compra que vaya más allá del descuento puntual.

Recordemos que el Black Friday del pasado año consolidó su relevancia en España con un impacto económico formidable, demostrando una madurez notable en el e-commerce y un resurgimiento de la venta física. Los datos arrojaron un volumen de negocio que se aproximó a los $2.000$ o incluso $2.500$ millones de euros, una cifra que reafirma la cita como el motor de arranque de la campaña navideña. La confianza del consumidor se tradujo en un incremento del volumen de transacciones superior al 30% en la Cyber Week, y aunque el canal online retuvo la mayor parte de las compras, la afluencia a las tiendas físicas también se disparó en más de un 40%. Los españoles se mostraron más estratégicos y selectivos, centrando su gasto principal en electrónica, moda, y experimentando un alza significativa en categorías como salud, belleza y artículos para el hogar, con una tasa de conversión online que rondó el 9,14%.

A nivel global, la jornada de 2024 batió récords, evidenciando el crecimiento sostenido del comercio digital a escala planetaria. Se reportó un crecimiento en el volumen total de pagos de alrededor del 12% respecto al año anterior, con miles de millones de dólares movilizados en transacciones. El móvil se consolidó como el dispositivo dominante para la compra, marcando la pauta en la experiencia de usuario. Fenómenos como la popularidad del pago aplazado (Buy Now, Pay Later o BNPL) y el aumento de las compras transfronterizas destacaron como tendencias clave, mientras que categorías tradicionales como los juguetes y la ropa experimentaron picos de demanda. El Black Friday global de 2024 no solo reflejó una enorme capacidad de gasto, sino también la sofisticación de las infraestructuras logísticas y digitales que permiten gestionar picos de hasta $137.000$ transacciones por minuto en los momentos de mayor actividad.

El consumidor de 2025 llega a esta cita con un nivel de exigencia sin precedentes.

No solo busca la mejor oferta, sino que valora de manera fundamental la transparencia en los precios, la sostenibilidad de las marcas y, sobre todo, la eficiencia del proceso de compra y devolución. La preparación logística se convierte, por tanto, en el esqueleto de cualquier estrategia ganadora. Las empresas están invirtiendo considerablemente en la optimización de sus cadenas de suministro, asegurando la trazabilidad de los productos y la capacidad de absorber un pico de demanda que, año tras año, supera todas las previsiones. La digitalización de los almacenes y la automatización de la preparación de pedidos ya no son ventajas competitivas, sino requisitos indispensables para garantizar que el entusiasmo generado por la oferta no se disipe con frustraciones derivadas de largos tiempos de espera o errores en el envío. Los minoristas entienden que la promesa de un gran descuento se rompe si el producto tarda semanas en llegar o si la comunicación postventa resulta deficiente.

La dimensión digital del Black Friday, que ya ha eclipsado con creces a la afluencia física en muchos sectores, exige una maestría táctica en el ámbito online.

Las plataformas de comercio electrónico no solo deben ser robustas para soportar el tráfico masivo, sino que deben ofrecer una navegación intuitiva, personalizada y rápida. La inversión en inteligencia artificial y machine learning está permitiendo a las empresas afinar sus recomendaciones de producto, presentando ofertas hipersegmentadas que resuenan de forma más profunda con las necesidades e historiales de compra de cada usuario. Este enfoque personalizado sustituye a las campañas de marketing masivas, optimizando la inversión publicitaria y mejorando sustancialmente la tasa de conversión. La batalla por la atención del cliente se libra en milisegundos y la experiencia de usuario se erige como el factor diferenciador que dicta si una visita se transforma en venta o en abandono del carrito.

Empresas como Cosmo5 (antes Labelium) —consultora Amazon Ads Advanced Partner, Amazon Marketing Cloud Services Provider y Amazon AdTech Activation Partner— ponen especial énfasis al recordarnos la importancia de tener en cuenta las principales claves para que las ventas navideñas en Amazon no solo cumplan, sino que superen expectativas y sienten las bases de una estrategia de crecimiento sostenible.

El Black Friday 2025 también se perfila como un test de estrés para la ética empresarial y la responsabilidad social. La sombra de los «falsos descuentos», donde los precios se inflan previamente para simular una rebaja mayor, ha generado una desconfianza que las marcas deben combatir con honestidad radical. La tendencia de las grandes compañías pasa por comunicar el valor real de sus productos, más allá de la rebaja, y destacar su compromiso con prácticas comerciales justas y la sostenibilidad. Cada vez más consumidores optan por empresas que demuestran una cadena de valor responsable, desde la procedencia de la materia prima hasta la gestión de los residuos. Las estrategias de precios se están volviendo más transparentes, a menudo mostrando el historial reciente de precios para dotar de credibilidad al descuento ofrecido. Se trata de un cambio cultural donde la transacción económica se une a la alineación de valores, humanizando la relación entre marca y consumidor en un día tradicionalmente dominado por el puro mercantilismo.

Otro aspecto crucial de la preparación para la jornada de descuentos es la gestión del talento humano.

A pesar de la creciente automatización, el factor humano sigue siendo fundamental, especialmente en la atención al cliente y en la resolución de incidencias. Las empresas están reforzando sus equipos de soporte con formación específica para manejar la presión inherente a un día de ventas récord. La capacidad de ofrecer una respuesta rápida, empática y resolutiva puede salvar una venta y, lo que es más importante, construir una lealtad a largo plazo. La experiencia del empleado, su preparación y su bienestar, se reflejan directamente en la calidad del servicio ofrecido al consumidor. En este sentido, la coordinación entre los equipos de marketing, logística y atención al cliente debe ser impecable, funcionando como un engranaje perfectamente sincronizado para gestionar la avalancha de pedidos y consultas que se producirá el 28 de noviembre.

El Black Friday de este año no será recordado solo por las cifras de ventas, sino por la sofisticación y la humanidad que las empresas logren inyectar en sus estrategias.

La integración fluida entre el canal físico y el online —la omnicanalidad— es el siguiente gran desafío, permitiendo a los clientes, por ejemplo, comprar online con la garantía de una recogida rápida en tienda o la posibilidad de probar un producto antes de finalizar la compra digital. Aquellas compañías que logren equilibrar la seducción de la oferta con la solidez operativa y la responsabilidad ética serán las que realmente definirán el estándar del comercio minorista para el futuro. La presión es alta, pero la oportunidad de consolidar la relación con el cliente, demostrando una capacidad de respuesta excepcional en un momento de máximo estrés, es aún mayor. La planificación minuciosa de estos meses es el cimiento sobre el que se construirá el éxito de la jornada más esperada del comercio.

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