¿Retroceso ambiental? Nestlé abandona la alianza para reducir emisiones
Nestlé anunció recientemente su salida de la Dairy Methane Action Alliance, una alianza para reducir emisiones enfocada en limitar el impacto del metano en la ganadería lechera.
De acuerdo con información de El Economista, el metano, un gas de efecto invernadero, es casi 30 veces más potente que el dióxido de carbono, y la agricultura es responsable de cerca del 40% de las emisiones humanas de este gas, por lo que el movimiento de Nestlé, pese a su papel como parte de la industria alimentaria, ha sorprendido a muchos.
La decisión de Nestlé se produce en un contexto global de cuestionamiento de iniciativas ambientales, mientras otros sectores también revisan su participación en programas climáticos. Aunque la compañía asegura que continuará trabajando para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mantiene su compromiso de cero emisiones netas para 2050, su salida representa un golpe a los esfuerzos colectivos de la alianza.
Contenido
Nestlé deja la alianza para reducir emisiones
La Dairy Methane Action Alliance se lanzó en diciembre de 2023 con miembros como Danone, Kraft Heinz y Starbucks, quienes se comprometieron a medir, divulgar y reducir las emisiones de metano de sus cadenas de suministro. La alianza busca establecer estándares claros y fomentar la transparencia en un sector clave para el cambio climático.
Nestlé no explicó públicamente las razones de su retiro, pero aseguró que revisa regularmente su pertenencia a organizaciones externas y que mantiene su compromiso con la sostenibilidad. La compañía ha logrado reducir casi un 21% sus emisiones de metano desde 2018, según su declaración no financiera de 2024.
Expertos señalan que la salida de un actor tan relevante puede afectar la credibilidad y el impulso de la alianza, especialmente en un contexto global donde el calentamiento climático requiere esfuerzos coordinados entre corporaciones y gobiernos.
El abandono también coincide con tendencias más amplias de revisión de compromisos climáticos por parte de grandes empresas y bancos, lo que genera preocupación sobre la efectividad de las alianzas voluntarias frente a las crisis ambientales.
Impacto del metano en el cambio climático
El metano es un gas de efecto invernadero particularmente dañino debido a su alta capacidad de retener calor. Su potencia es casi 30 veces superior a la del dióxido de carbono, lo que lo convierte en un objetivo prioritario en la lucha contra el calentamiento global.
En la ganadería, el metano proviene principalmente de la digestión del ganado y del manejo de estiércol. Por ello, iniciativas como la Dairy Methane Action Alliance buscan reducir estas emisiones de manera estructurada y medible, contribuyendo a limitar el aumento de la temperatura global.
La reducción de metano no solo beneficia al clima, sino que también puede generar eficiencia en la producción y mejorar la reputación de las empresas ante consumidores cada vez más conscientes de la sostenibilidad.
Sin embargo, la salida de Nestlé pone en evidencia que los compromisos voluntarios dependen de la continuidad de la participación de grandes actores y de la presión pública para que los resultados se mantengan.

Retos y críticas ante la salida de Nestlé
La decisión de Nestlé ha sido criticada por organismos ambientales y expertos, que consideran que abandonar la alianza podría debilitar la acción colectiva en un momento crítico para el clima. La coordinación entre empresas es clave para establecer estándares, compartir mejores prácticas y generar impacto tangible.
Algunos analistas destacan que la compañía aún mantiene su meta de cero emisiones netas para 2050, pero advierten que los compromisos individuales pueden ser menos efectivos que la colaboración entre múltiples actores del sector.
El contexto político y económico global, incluyendo cambios en políticas climáticas en países como Estados Unidos, también influye en la decisión de las empresas de revisar su participación en alianzas ambientales.
Por otro lado, Nestlé subraya que continuará implementando medidas para reducir emisiones en sus cadenas de suministro, mostrando que la acción individual todavía puede generar avances, aunque la escala colectiva de la alianza se vea afectada.
Perspectivas y próximos pasos
La salida de Nestlé plantea la necesidad de fortalecer los mecanismos de rendición de cuentas y evaluación dentro de la alianza para reducir emisiones. Garantizar transparencia y resultados verificables será clave para mantener la confianza de la sociedad y de otros miembros corporativos.
Al mismo tiempo, el sector enfrenta el reto de demostrar que las reducciones de metano son viables y sostenibles sin depender exclusivamente de la participación de grandes corporaciones. La innovación tecnológica y los programas de eficiencia en la ganadería serán esenciales para alcanzar los objetivos climáticos.
Expertos sugieren que las alianzas voluntarias deben complementarse con regulaciones más estrictas y políticas públicas que incentiven la reducción de emisiones, asegurando que los avances no queden condicionados a la voluntad de actores individuales.
Finalmente, la situación recuerda que la lucha contra el cambio climático requiere un equilibrio entre compromisos corporativos, cooperación internacional y supervisión regulatoria, elementos esenciales para generar impactos reales y sostenibles.

El desafío de mantener la acción climática colectiva
La salida de Nestlé de la alianza para reducir emisiones representa un llamado de atención sobre la fragilidad de los compromisos voluntarios en la acción climática. Aunque la empresa mantiene sus metas individuales, el impacto colectivo de la alianza podría verse disminuido si otros actores siguen esta tendencia.
A largo plazo, asegurar la efectividad de estas iniciativas dependerá de la combinación de participación empresarial constante, transparencia y políticas públicas robustas. Solo mediante la colaboración sostenida y la rendición de cuentas será posible mitigar las emisiones de metano y enfrentar de manera efectiva el calentamiento global.