Cómo la inteligencia artificial ha tomado el mando de la Publicidad creativa y como puede ser utilizada para las guerrillas de marcas
La inteligencia artificial ha irrumpido en el sector de la publicidad creativa, transformando la manera en que las marcas se comunican con sus audiencias. Lejos de ser una simple herramienta de automatización, la IA se ha convertido en un socio indispensable para los profesionales del marketing, permitiendo la creación de campañas más personalizadas, eficientes y, sobre todo, impactantes.
La capacidad de la IA para analizar vastas cantidades de datos de consumidores, identificar patrones de comportamiento y predecir tendencias, ha dotado a los creativos de un poder sin precedentes para generar ideas que resuenen de forma genuina. Esta sinergia entre el intelecto humano y la potencia del algoritmo no solo optimiza el proceso, sino que también libera a los publicistas de tareas repetitivas para que puedan concentrarse en la visión estratégica y el storytelling.
El uso de la IA en la conceptualización y el diseño de campañas publicitarias es una realidad palpable.
Las plataformas basadas en algoritmos generativos son capaces de crear imágenes, videos y hasta textos publicitarios completamente originales a partir de descripciones o datos específicos. Esto permite a las agencias explorar un número infinito de variaciones creativas en cuestión de minutos, una tarea que, de ser realizada por equipos humanos, llevaría semanas o meses.
Los últimos avances en generación de imágenes con inteligencia artificial han dado un salto decisivo con GPT-4o de OpenAI y Gemini 2.5 Flash Image, conocido como “Nano Banana”, de Google. Ambos modelos han resuelto uno de los problemas más persistentes en este campo: la representación clara y precisa del texto dentro de las imágenes, lo que abre la puerta a la creación de carteles, logotipos y diseños gráficos sin necesidad de retoques posteriores.

En el caso de OpenAI, la integración de un generador de imágenes nativo en GPT-4o permite producir y modificar ilustraciones directamente desde el chat, garantizando coherencia visual incluso en proyectos complejos, como el desarrollo de personajes para videojuegos o escenas con numerosos elementos. Google, por su parte, ha apostado por la velocidad y la edición con “Nano Banana”, capaz de generar imágenes de alta calidad en segundos y de modificar detalles puntuales sin alterar el resto de la composición. La herramienta destaca también por su capacidad de combinar fotografías o transformar retratos en figuras estilizadas con un simple comando.
Estas innovaciones consolidan a la inteligencia artificial como un aliado creativo cada vez más potente, que acerca la edición y el diseño profesional a cualquier usuario con solo describir lo que desea.
La IA ha demostrado su valía al superar las barreras creativas convencionales. Una de las aplicaciones más notables es su habilidad para generar contenido visual que desafía la percepción. Las imágenes que se han vuelto virales, donde se fusionan elementos de marcas rivales, son un claro ejemplo de esta capacidad.

Un anuncio ficticio desarrollado por el equipo de PuroMarketing que utiliza la imagen del mítico Ronald McDonald, disfrazado de detective y comiendo una hamburguesa de Burger King sirve como muestra del potencial de la IA generativa para sintetizar ideas.
Otro ejemplo lo encontramos en «otro anuncio simulado de guerrilla de marcas», entre equipos como el Real Madrid y el Atlético de Madrid, en una campaña que promueve el “Nuevo Estadio Bernabéu”. Con creaciones que, si bien son conceptualmente disruptivas, son el resultado de un análisis profundo de la cultura de los aficionados y una audaz ejecución algorítmica. Estas imágenes no solo captan la atención, sino que también inician conversaciones y generan un compromiso significativo en las redes sociales, demostrando que la IA puede inyectar un factor humano y relacional a la publicidad.

En el sector de las bebidas y alimentos, la IA ha logrado humanizar las marcas de una manera sorprendente. Un ejemplo reciente es una campaña que, bajo la premisa de que «la felicidad es no estar siempre solo», presenta a una persona que consume un refresco de la marca Pepsi en un bar, mientras un grupo de amigos disfruta de una botella de Coca-Cola.

La imagen creada para el siguiente ejemplo, se centra en una competencia directa de productos, sino en la narrativa social y emocional, utilizando un contraste sutil para resaltar un mensaje sobre la conexión humana y el bienestar. De forma similar, la IA ha sido utilizada para crear imágenes que conectan marcas de bebidas energéticas, como Red Bull y Monster, con la naturaleza y el esfuerzo, mostrando hormigas enérgicas en las latas. Este tipo de campañas, ricas en simbolismo y significado, muestran cómo la IA es capaz de ir más allá de la promoción del producto para construir relatos que resuenan a un nivel más profundo con los consumidores, evocando sentimientos y experiencias compartidas.

La capacidad de la IA para refinar y optimizar las campañas es uno de sus mayores activos. A través de la segmentación ultra-precisa y el análisis predictivo, los algoritmos pueden determinar no solo qué mensaje es más efectivo, sino también el momento y la plataforma ideales para entregarlo. Esto asegura que la inversión publicitaria sea utilizada de la forma más eficaz, evitando el «desperdicio» de anuncios que no llegan a la audiencia correcta.
El resultado son campañas que no solo son más rentables, sino que también son más relevantes y menos intrusivas para los consumidores, lo que a su vez fortalece la confianza y la lealtad a la marca. La IA ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una pieza central del proceso creativo en la publicidad actual, marcando una nueva era en la que la creatividad y la tecnología se entrelazan de forma indisoluble.