ONU deberá recortar 500 mdd y 20% de su personal tras la reducción de fondos de EE. UU.

Publicado por Emprendimiento en

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) enfrenta una de las crisis financieras más severas de su historia reciente, pues según información de The Guardian, tras la drástica reducción de fondos por parte de Estados Unidos, el organismo deberá recortar 500 millones de dólares de su presupuesto para el próximo año, lo que equivale a una disminución del 15.1 % en recursos y la pérdida de al menos 3,000 empleos de su plantilla principal.

Estos recortes en la ONU no solo afectan el funcionamiento administrativo, sino que ponen en riesgo programas de asistencia vitales para millones de personas en el mundo. Con menos recursos y personal, se compromete la capacidad de la organización para garantizar derechos humanos, brindar ayuda humanitaria y mantener operaciones de paz en regiones críticas.

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Recortes en la ONU: el impacto financiero y operativo

Los recortes en la ONU implican reducir su presupuesto básico de 3,700 millones de dólares a aproximadamente 3,200 millones, un ajuste que no se veía en décadas y que obligará a tomar decisiones drásticas. Para António Guterres, secretario general de la ONU, es claro que el momento exige “convertir la necesidad en virtud”. 

Por ello, en lugar de limitarse a administrar la escasez, ha impulsado una agenda de transformación estructural que busca optimizar el funcionamiento de más de 140 entidades que, en ocasiones, tienen mandatos superpuestos y líneas de trabajo duplicadas. Este esfuerzo se materializa en la iniciativa UN80, liderada por Guy Ryder, subsecretario general de políticas. 

El proyecto busca racionalizar las agencias de la ONU en torno a tres pilares: paz y seguridad, derechos humanos y desarrollo. También promueve la creación de centros administrativos y la consolidación de nómina para reducir costos y ganar eficiencia.

Sin embargo, esta reestructuración podría traer consecuencias difíciles. Además de la pérdida de al menos 3,000 empleos, algunas agencias podrían fusionarse o incluso desaparecer, lo que generaría incertidumbre en el personal y podría afectar la cobertura de ciertos programas en terreno. 

La ONU se encuentra en un delicado equilibrio entre recortar gastos y mantener su capacidad de cumplir su misión global. No obstante, para António Guterres, la situación representa un llamado urgente a regresar a los principios básicos de la Carta de las Naciones Unidas y garantizar que cada dólar se traduzca en resultados concretos para la población.

recortes en la ONU

Consecuencias para las agencias humanitarias

Las repercusiones de los recortes en la ONU ya se sienten en el terreno. El Programa Mundial de Alimentos (PMA), que dependía de Washington para cubrir la mitad de su presupuesto, ahora solo podrá asistir a un tercio de las personas que necesitan ayuda. UNICEF ha advertido que 6 millones de niños podrían quedar fuera de la escuela en 2025.

ACNUR también se verá obligado a reducir su alcance, lo que podría dejar sin apoyo a 11 millones de refugiados. Estos números representan no solo un impacto estadístico, sino el sufrimiento de millones de familias en regiones de conflicto.

La crisis también amenaza con cerrar programas clave como UNRWA, que asiste a refugiados palestinos, y limitar la ayuda a zonas en guerra como Afganistán y Sudán del Sur. En este contexto, el trabajo de campo de los trabajadores humanitarios se vuelve cada vez más desafiante.

El director de OCHA, Tom Fletcher, ha señalado que el mundo parece entrar en una “era de indiferencia”, donde la reducción de fondos compromete la capacidad de respuesta ante emergencias humanitarias y crisis prolongadas.

Impacto en los empleados y en la burocracia de la ONU

La pérdida de 20 % del personal tendrá consecuencias en la operación diaria. Más de 3,000 trabajadores podrían perder su empleo, lo que generará incertidumbre y fuga de talento en un momento crítico para la organización.

Los sindicatos internos ya han expresado su preocupación por el impacto emocional y económico que estos recortes representan para las familias de los empleados, muchos de los cuales trabajan en zonas de alto riesgo.

La burocracia de la ONU, criticada por su tamaño y complejidad, enfrenta el desafío de agilizar procesos sin afectar la calidad de los servicios. Reducir estructuras superpuestas podría mejorar la eficiencia, pero también implica la desaparición de agencias y programas con décadas de trabajo.

Esta reestructuración debe equilibrar la reducción de costos con el mantenimiento de la capacidad de acción de la ONU en contextos críticos, algo que aún está en evaluación.

Repercusiones geopolíticas y de legitimidad

Estos recortes en la ONU también tienen una dimensión geopolítica. La retirada de EE. UU. de varios organismos multilaterales, incluida la OMS y el Consejo de Derechos Humanos, envía un mensaje de debilitamiento del orden internacional basado en la cooperación.

Para muchos expertos, la falta de financiamiento no solo limita la acción de la ONU, sino que pone en entredicho su legitimidad. Si no puede responder a las crisis globales, su papel como garante de la paz y los derechos humanos podría verse erosionado.

Otros países miembros podrían no estar dispuestos a cubrir el vacío dejado por EE. UU., lo que podría provocar una disminución prolongada de recursos y capacidades. Esto sería un golpe a los esfuerzos colectivos en temas como el cambio climático y el desarrollo sostenible.

La ONU se enfrenta a la doble tarea de demostrar que sigue siendo relevante y de convencer a sus miembros de invertir en su futuro, a pesar de las tensiones políticas actuales.

recortes en la ONU

ONU en encrucijada

Los recortes financieros representan mucho más que ajustes contables: son una amenaza directa a la misión de la ONU. La organización debe decidir si esta crisis será una oportunidad para transformarse y volverse más eficiente, o si será el inicio de un declive en su capacidad de acción.

Lo que está en juego son millones de vidas que dependen de la asistencia humanitaria, la educación, la alimentación y la seguridad que la ONU proporciona. En un mundo lleno de conflictos y desafíos globales, garantizar su sostenibilidad es una responsabilidad compartida por la comunidad internacional.

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