3 preguntas para mejorar tu inteligencia emocional
Como líder, una de las cualidades más valiosas que puedes tener es una alta inteligencia emocional. Hoy te traemos un sencillo ejercicio de 3 preguntas que puede ayudarte a aumentar tu inteligencia emocional, mejorando tus relaciones profesionales y personales.
Las habilidades blandas cada vez cobran mayor importancia para las empresas. Son aquellas que, al menos hoy en día, no nos enseñan en la universidad; en vez de ser conocimientos, son el conjunto de talentos personales que nos ayudarán mayormente a comunicar e interactuar con el resto.
Entre las habilidades blandas más buscadas en el mundo laboral está una alta inteligencia emocional, que se posiciona frente al coeficiente intelectual como una inteligencia más ligada al comportamiento social. De hecho, más que ser una sola habilidad, se trata de un conjunto de habilidades: puedes mejorar tu inteligencia emocional de distintas maneras.
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Una persona con una alta inteligencia emocional tiene la capacidad de entender y gestionar las emociones propias y ajenas, algo muy valioso a la hora de trabajar en equipo.
Es por ello que muchos líderes buscan desarrollar su inteligencia emocional. Según Harvard Business Review, la clave para hacerlo está en reconocer qué creen los demás que debes mejorar, además de identificar qué objetivos personales quieres alcanzar tú. Para ello, proponen 3 sencillas preguntas:
- ¿Cuáles son las diferencias entre como te percibes a ti mismo, y cómo te ven los demás?: Muchas veces tenemos una imagen equívoca de nosotros mismos. Por ejemplo, puede que creas que se te da bien escuchar al resto, cuando en realidad no es así. Intenta ver cómo se diferencia la percepción que tienes de ti mismo, y la impresión que tienen los demás de ti. Pide feedback sincero a tus amigos, compañeros o familiares, y aprende a convertir los comentarios negativos en críticas constructivas.
- ¿Qué es importante para ti?: El feedback te puede ayudar a ver qué podrías mejorar, pero también es importante que distingas qué es realmente importante para ti. ¿A dónde quieres llegar? ¿Que es lo que realmente te motiva? ¿Por qué estás intentando mejorar? Después, intenta averiguar cómo las cosas que te han sugerido mejorar te pueden ayudar a llegar a donde te has propuesto. De esta manera no solo sabremos en qué habilidades queremos centrarnos, sino que dejaremos de ver las críticas como una amenaza, para convertirlas en una oportunidad.
- ¿Qué cambios harás para alcanzar dichos objetivos?: Una vez hayas encontrado el equilibrio entre lo qué quieres alcanzar y lo que los demás creen que debes mejorar, determinando así qué habilidades quieres desarrollar, es hora de pensar cómo hacerlo. Es importante que tu plan sea lo más específico posible. Siguiendo con el ejemplo anterior, si quieres empezar a escuchar mejorar a los demás, podrías proponerte intentar pausar, procesar y asegurarte de que has entendido lo que ha dicho la otra persona antes de responder. También es importante que aproveches cualquier oportunidad para desarrollar tu nueva habilidad, practicando tanto en el trabajo, como en casa, con tus amigos o en otras situaciones cotidianas. Si pones en práctica tu nuevo hábito en todos los ámbitos te será más fácil.